Sindicalistas de “madera dura”

Isla de la Juventud.— Las cortinas de la historia de la CTC en este municipio es­pecial se descorrieron cin­co lustros después de 1939. Fernando, Francisco, Án­gel, Oscar, Hugo, Daniel, Ángel, Cristóbal, Luis, Lá­zaro, Leonardo y Yusmary marcaron cada paso.

“Sin horas para pen­sar de qué lado se vive me­jor, aquí se fortaleció la labor sindical y la unidad como baluarte para asu­mir programas de desarro­llo económico y social del país que ha enarbolado —y enarbola— la Revolución, los cuales precisan de la participación consciente y comprometida de los traba­jadores”.

Así narra María Merce­des Delgado Meralla, jubi­lada, dirigente del Sindica­to de Educación, la Ciencia y el Deporte por más de 30 años y quien escribió los hi­los historiográficos de esta organización en el Muni­cipio Especial, documento de consulta en la presente coyuntura, signada por de­safíos en las esferas econó­mica, política e ideológica.

“El legado de ellos es trascendental para el que­hacer sindical. En 1964, en el entonces teatro Victoria, fue la primera Conferencia de la CTC pinera y que­dó electo como secretario general Fernando Pantoja Blanco, ya fallecido.

“Muchos retos había: fortalecer los sindicatos; potenciar la superación de los trabajadores con la ba­talla por el sexto y noveno grados; intensificar las mo­vilizaciones para fomentar el cítrico; establecer los in­dicadores emulativos entre las organizaciones de base, y demás tareas”, prosigue, mientras insiste en no de­jar caer el batón sindical con un mayor protagonis­mo de los trabajadores. Con una amplia sonrisa, rasgo característico de su personalidad, rememora: “Le siguió, en 1967, Fran­cisco Guerra Sosa; Ángel Alonso Díaz, encargado de la ejecución de la actual sede de la organización, de donde salían a las recogi­das de toronja y zafras ci­trícolas.

“Además de construir y ampliar el hospital Héroes del Baire; edificar poblados Populares; hacer carreteras, la torre de televisión, el cop­pelia, escuelas en el campo, redes hidráulicas, embalses, viviendas, sembrar pasto…

“Después prosiguieron otros secretarios generales: Oscar Alfonso Alberti; Hugo Orlando Pérez Sierra; Da­niel Fonte Curbelo; Ángel Pérez Guevara; Cristóbal Hernández Espinosa; Luis Ávila Bordelois; Lázaro La­brada González; Leonar­do Pérez Porvenl; Yolanda Blanco y Yusmary Olivera Pupo, esta última secretaria general desde el 2018 hasta la fecha”.

A Olivera Pupo, Merce­des cada día le transmite sus enseñanzas de 28 años, como miembro del Comité Munici­pal de la CTC y actualmente invitada permanente a este espacio.

“No hay un día en que nos deje de alertar de lo vital de continuar esforzándonos para afiliar a la totalidad de los trabajadores estatales y no estatales; preparar a los dirigentes de los ejecutivos de base y fortalecer el víncu­lo de las estructuras munici­pales con las organizaciones de los centros”, destaca la actual secretaria general del movimiento sindical en Isla de la Juventud.

“Con su sabia ense­ñanza y la de los anteceso­res en esta noble actividad aquí, nos organizamos me­jor para las movilizaciones hacia programas que sus­tentan la transformación socio-económica y el de­sarrollo del país, en busca de satisfacer las necesida­des del pueblo y beneficiar las condiciones laborales y salariales”, concluye Yus­mary, mientras intercambia con María Mercedes Delga­do Meralla, esa sindicalista de “madera dura” cuando de trabajo se trata.