Cargando...Sembrar un árbol es plantar un trozo de futuro; es oficio sagrado de héroes anónimos que dejan un regalo silencioso para quienes, una vez que el árbol crezca, disfrutarán de su sombra; o se resguardarán de la lluvia; o comerán de los frutos que generosamente este les pueda regalar (de ser dichos frutos comestibles); o harán todo eso, sin imaginar siquiera quién lo plantó. Y si ese sembrador de futuro es un niño, que ansioso de conocimientos forja en cada acción que realiza el carácter del ser humano que ha de ser, ese árbol será doblemente sagrado.
Un grupo de pioneros de los tres niveles educacionales con que cuenta el municipio de Cotorro llegaron a las áreas de la CCS Camilo Cienfuegos, en ese territorio, para entre todos sembrar un árbol.
Esa acción forma parte de las actividades, que con motivo del aniversario 63 de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y el 64 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) tienen lugar en el Cotorro.
Y como nada hay más importante para el fomento de valores en las nuevas generaciones que el ejemplo personal, en esta jornada, en la cual fueron sembrados dos árboles maderables, uno de roble rojo, y otro de roble blanco, se encontraban presentes Zulia Muñoz González, primera secretaria del Comité Municipal del Partido en el Cotorro; Yerandi Delgado Pérez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular; Ángel Luis Velázquez, primer secretario de la UJC municipal; Álvaro Álvarez Torres, intendente municipal, y Yarisleidis Pacheco Pupo, presidenta municipal de la OPJM.
A simple vista pudiera parecer una actividad sencilla, cuando en realidad guarda una honda repercusión en la vida de estos jóvenes, que sin saberlo, están dejando un legado para futuras generaciones, al tiempo que contribuyen a sanar a nuestro planeta de las heridas que la galopante deforestación deja sobre nuestra madre común, la tierra.
Tal como dijera José Martí, «El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos», y hoy estos jóvenes, aun cuando no sean totalmente conscientes de ello, han crecido, contribuyendo a hacer válida la máxima Martiana de que «Tierra, cuanta haya debe cultivarse: y con varios cultivos, jamás con uno solo».
Pero lo realizado hoy por estos estudiantes también forma parte de esa enseñanza integral que ha de tener lugar en nuestros planteles educacionales, y de la cual nuestro Apóstol expresara que: «es como un árbol: se siembra una semilla y se abre en muchas ramas».
Esta siembra, sin dudas, dejará huellas en los pioneros que en ella tomaron parte, y como las ramas de un árbol, expandirán los horizontes de quienes forman parte del futuro y presente de nuestra nación.
