Cuando los análisis del plan y el presupuesto de la economía se alejan del formalismo y rompen con «el hacer por hacer» los colectivos siempre tienen ventajas y oportunidades, más allá de la complejidad del escenario en que operen.

Si los trabajadores y dirigentes de la Empresa Mecánica «Héroes del 26 de Julio» (Holmeca) se dejaran llevar por las dificultades que laceran a la industria sideromecánica cubana, su reciente Asamblea de Representantes para discutir el plan técnico económico del 2025 hubiese sido una reunión estéril, desprovista de juicios y preocupaciones.
Pero allí no caminan las «asambleas mecánicas». Así que la dependiente de almacén Relsi Rojas Cruz pidió la palabra para expresar su preocupación con respecto al arreglo que necesitan las máquinas del área de almacenaje, que al no funcionar generan un trabajo manual extenuante para quienes allí laboran.
Similares planteamientos hicieron otros compañeros con respecto a tres importantes maquinarias herramentales que hoy presentan problemas, el sinfín, la cizalla y el pantógrafo, imprescindibles para tareas concretas de la industria sideromecánica.
«Hay que ponerle fuerza al mantenimiento», «nos hemos rezagado en eso» fueron frases repetidas en el encuentro, que tuvo entre sus participantes tanto a directivos como a especialistas de varias áreas y a trabajadores de grúas, almacén y directos a la producción.
Como una familia que se sienta a hablar de lo que debe enderezarse en el hogar, el colectivo de Holmeca abordó que hay que «explotar más las facultades» dadas a la empresa estatal socialista y hacer «propuestas atrevidas» a la dirección.

Se plantearon interrogantes del tipo: ¿por qué no pensar en hacer contratos extras a algunos trabajadores de la entidad para salvar parte de la maquinaria? o ¿cómo si tenemos un certificado que aprueba la venta minorista no se explota más esa posibilidad que pocas empresas poseen?
En esas y otras alternativas laborarán los más de 420 trabajadores del insigne plantel, que pese a todo concluyeron febrero con un salario medio que rondó los ocho mil pesos y al cierre del 2024 mostraron buenos resultados en varias líneas de negocios, diferentes a la tradicional confección y comercialización de equipos e implementos agrícolas.
Para este 2025 la industria holguinera tiene en su plan la contratación con Tabacuba de 540 remolques y mil 380 implementos como gradas, arados y chapeadoras; también la exportación de algunos implementos y servicios técnicos y profesionales, así como la sustitución de importaciones mediante la confección de piezas de repuesto para el níquel y de semiproductos para azadas y picos.

Asimismo están previstos ingresos por concepto de arrendamiento de espacios, servicios de almacenaje, venta de proyectos de desarrollo y prototipos y de productos de inventarios, alquiler de equipos e implementos agrícolas y arrendamiento de transporte y medios básicos.
Igualmente figura en sus metas para el presente año el encadenamiento productivo con empresas como Acinox, de Las Tunas, la de Válvulas y Bombas, de Guantánamo, la Mecánica del Níquel en Moa y con formas de gestión no estatal.