Con todas las fuerzas y medios disponibles y la disposición de concretar importantes programas, los trabajadores de diferentes entidades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos llevan a cabo inversiones para satisfacer demandas de la población y la economía, en medio de las limitaciones que afronta el país.

Son misiones vitales en este sector para que las aguas fluyan por buenos cauces, como ocurre en una de las principales conductoras que acometen en la capital, desde Palatino hasta la calle K, en el Vedado, brigadas de varias fuerzas constructoras del organismo.
Por poco más de nueve kilómetros serpentean los tubos de gran diámetro, concebidos para colocar en tres etapas. La primera y la tercera están en puesta en marcha y concluidas desde el punto de vista hidráulico. Allí solo resta colocar el hormigón y asfalto. Hasta tanto cumplan esa tarea no comenzarán la segunda fase, para la cual se preparan en cuanto a la logística, a fin de tener todos los recursos concentrados.







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