El joven José Julián enamorado de Carmen, la hermosa principeña

El joven José Julián enamorado de Carmen, la hermosa principeña

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El joven José Julián Martí Pérez llegó a México el 8 de febrero de 1875, tenía 22 años recién cumplidos; allí comenzó a trabajar en la Revista Universal. A fines de año conoció a Carmen Zayas Bazán e Hidalgo quien vivía al lado de la redacción de la revista. La muchacha nacida en Puerto Príncipe (actual Camagüey), en el mismo año que Martí, había emigrado al país azteca con su padre, el abogado Francisco Zayas Bazán y Varona, y sus hermanas Isabel Amalia y Rosa.

 

José Julián Martí Pérez (1853-1895). Foto realizada en México en 1875. Tomada del libro Iconografía martiana de Gonzalo de Quesada y Miranda, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1985.

 

Carmen fue bautizada en Puerto Príncipe, en la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, sitio donde también lo hicieron otros ilustres cubanos como la poeta Gertrudis Gómez de Avellaneda (Tula) en 1814 y el patriota Ignacio Agramonte y Loynaz en 1842. Por su parte José Julián recibió las sacras ceremonias en La Habana, en la Iglesia Santo Ángel Custodio, lugar donde había sido bautizado en 1788 el Padre Felix Varela y Morales.

José Julián se enamoró de Carmen, hermosa principeña, de piel blanca, pelo castaño con tenues rizos, labios rojos y una tierna mirada que lo cautivó de inmediato. Ella tocaba el piano y cantaba con una voz melodiosa que estremecía al bardo.

 

Carmen Zayas Bazán e Hidalgo (1853-1928). Foto: Tomada de Ecured. Encicliopedia colaborativa cubana.

 

El amor que nacía entre ambos no fue muy bien aceptado por el Licenciado Zayas Bazán. Si bien, él era buen amigo de Martí, juntos pasaban las tardes entre animadas conversaciones y juegos de ajedrez, muy distinto era saberlo novio de su hija. El joven cubano, a pesar de sus títulos ganados en España —Llicenciado en Derecho Civil y Canónico, y Licenciado en Filosofía y Letras—, no pertenecía a una familia de alta alcurnia como él, que se ufanaba de ser descendiente de don Ignacio Zayás Bazán, quien había sido presidente de la Audiencia de Santo Domingo, allá por los años 1627.

La bella dama enamorada del poeta asistió el 19 de diciembre de 1875 a la representación en el Teatro Principal, en la capital mexicana, de la obra escrita por Martí Amor con amor se paga, interpretada por Concepción Padilla y Enrique Guasp de Péris. La puesta en escena fue muy bien acogida por la prensa de la época. Ese día, después de la función teatral, decidieron tomarse de las manos y conquistar juntos el color que le faltaba al arcoíris.

Dos años después, el 20 de diciembre de 1977, contrajeron nupcias. A las seis de la tarde se efectuó el cortejo civil en las oficinas del Palacio de la Diputación, y la ceremonia religiosa se realizó en la parroquia del Sagrario Metropolitano. Luego se dirigieron a la casa de Manuel Mercado, donde compartieron con sus amigos más íntimos. El diario El Siglo XIX lo reportó así: «Enlace. El inspirado poeta J. Martí y la bella señorita Carmen Zayas Bazán, contrajeron matrimonio el jueves 20 de diciembre».

Los recién casados iniciaron su viaje de novios el 26 de diciembre en una diligencia incómoda. Escribiría Martí: «Esta luna de miel, errantes, vagabundos […] Carmen con aureola, y yo con amor y penas. Me oprime el corazón su nobilísima tranquilidad».  De México a Guatemala, luego a Honduras —Carmen con cinco meses de gestación—, finalmente a Cuba. Travesías realizadas en canoa, a loma de mula, en vapor, a veces bajo la lluvia, condiciones adversas que fortalecen el amor.

La felicidad tocó a las puertas del matrimonio cuando el 22 de noviembre de 1878 nació, en La Habana, su único hijo, Pepito; aquel que puesto a horcajadas sobre el pecho de Martí, bridas forjaba con sus cabellos. De tanta emoción escribió el poeta una sincera declaración de principios: «Hijo, espantado de todo, me refugio en ti». Junto a Carmen, José Julián se estremeció: «Y se acerca lo humano a lo divino/ Con semejanza tal cuando me besa/»; trabajó a plenitud, soñó: «Beso, trabajo, entre sus brazos sueño».

 

José Martí con su hijo Pepito. Foto realizada en La Habana en 1879. Tomada del libro Iconografía martiana de Gonzalo de Quesada y Miranda, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1985.

 

Con el tiempo surgieron algunas incomprensiones, desavenencias que ocasionaron que Carmen junto a su hijo, sin despedirse, abandonara el hogar neoyorquino y regresara a Cuba. Dolido en lo más profundo de su alma partió Martí a la Guerra Necesaria y cayó en combate «de cara al sol». Enterada Carmen de la muerte de su hombre amado y también con inmenso dolor le pide a la más alta jerarquía española que le entregue el cadáver de su esposo, gestión que no fructificó. Asimismo, ya en la República, reclama a Manuel Sanguily sus derechos de viuda para disponer de los documentos martianos que el coronel había traído de España.

 

 

Carmen falleció en La Habana a las dos y treinta de la madrugada del 15 de enero de 1928, tenía 74 años, fue sepultada en el cementerio de Colón, después de recibir las exequias del cura párroco de la iglesia del Sagrado Corazón. Años después su prima Brianda Zayas Bazán exhumó sus restos que fueron colocados en una pequeña caja metálica, la cual fue depositada en el vagón de un tren de carga para llevarla al panteón familiar en el cementerio de Camagüey.

El entierro cubano de Martí, su quinta y última sepultura, se realizó el 30 de junio de 1951 en el cementerio de Santa Ifigenia. Por coincidencias históricas ese mismo día, en tierras camagüeyanas, se depositaron los restos de Carmen. La hermosa principeña descansaría para siempre en la tierra que la vio nacer. Ella que desbordó en su amado una inextinguible pasión amorosa que lo llevó a escribir: «Es tan bella mi Carmen, es tan bella,/ Que si el cielo la atmósfera vacía/ Déjase de su luz, dice una estrella/ Que en el alma de Carmen la hallaría».

Acerca del autor

Dr. C. Ricardo Hodelín Tablada*

Médico e Investigador histórico. Doctor en Ciencias Médicas. Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Neurocirujano del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente “Saturnino Lora”. Santiago de Cuba. Miembro de la Uneac, de la Unhic y de la Scjm.

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2 comentarios en El joven José Julián enamorado de Carmen, la hermosa principeña

  1. excelente articulo y muy apropiado para un dia como hoy del amor y la amistad. nuestro Marti amo intensamente y entrego todo a su patria

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