Vuelo hacia la eternidad

Cuando nos encontrábamos en nuestro terruño o en su puesto de trabajo, le preguntaba, ¿qué dice la grandiosa sindicalista?

Ella sonriente, respondía: ¿Cuál tema tiene hoy en el tintero mi periodista favorito?, halago de vuelta a mi memoria en el instante de la noticia de que la entrañable Mercedes Díaz Pérez emprendió vuelo hacia la eternidad.

Coincido con sus compañeros de labor, quienes publicaron en redes sociales este fin de semana: “El ejemplo de nuestra eterna secretaria general del Buró Sindical estará presente en todas las asambleas, como líder de cada conquista, con su humildad, sencillez, alegría y alto sentido del deber”.

Mujer de talla extra no solo por la estatura. Conquistó varias veces para su centro la categoría superior de la emulación socialista, lo representó en las Conferencias Nacionales del Sindicato de Trabajadores de Transporte y Puertos, en el XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, y se alistaba en calidad de delegada directa a las sesiones de la venidera Conferencia Provincial de la organización obrera.

Uno de los momentos trascendentales para la trabajadora del área de combustibles, del aeropuerto internacional Jardines del Rey, de Cayo Coco, fue el de portar en sus manos la bandera Proeza Laboral, entregada por Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la CTC.

El mérito lo agradeció con honor, por haber estado al frente, junto con la administración y los constructores, de los afiliados a las secciones sindicales que protagonizaron en 53 días la recuperación del aeródromo, situado en la cayería Norte de la provincia de Ciego de Ávila, transformado en escombros por el huracán Irma, en septiembre de 2017.

Cuatro años después, con la Covid-19 asomada todavía al escenario epidemiológico cubano, los aeroportuarios avileños efectuaron el acto nacional de inicio de la jornada de homenaje por el 15 de febrero, Día del Trabajador de la Aviación Civil.

Mientras que en el 2022 celebraron los 20 años de fundada la terminal aérea y transitaron, con su gestión de alto vuelo, por la ruta crítica de las limitaciones materiales para reconquistar la condición de Vanguardia Nacional.

Mercedes no solo fue guía de un equipo de fuselaje potente capaz de pi­lotear en tiempos de calma, laboriosidad y tempestades, también capitaneaba en el hogar a una familia integrada por sus hijos Rachel, la talentosa jugadora de la selección cubana de baloncesto, y Richard, del equipo avileño de béisbol; y su esposo Contreras, destacado trabajador de la unidad de transportación de trabajadores, Transmetro.

En el preciso momento del vuelo hacia la eternidad, sus compañeros de trabajo le dijeron hasta pronto, porque, tal como ellos escribieron en Facebook, una frase de la ingeniera sindicalista no solo será como el combustible para seguir moviendo aviones: “Todo podemos lograrlo con amor y pasión por la aviación”.

Acerca del autor

José Luis Martínez Alejo

Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.