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Cargando...Erislandy Álvarez no deja de crecer con el tiempo. Su envergadura boxística madura, incluso creo, la irrigan algunas gotas estilísticas de “monstruos” como Adolfo Horta y Mario Kindelán. Sin duda es igual de contundente y eficaz.
El pasado año, cada vez que el cienfueguero subió al ring, fue casi un robot programado para aniquilar a sus rivales. Su punto de ebullición más alto lo alcanzó en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se alzó con la corona.
Antes de afrontar la semifinal de la Copa del Mundo Profesional de la Asociación Internacional de Boxeo, compartió con Trabajadores algunas consideraciones.
“Estoy muy enfocado de cara a esta pelea con el tayiko Bakhodur Usmonov. Antes de París 2024 perdí con él por un corte en la ceja. Voy por la revancha. Es lo que quiero y seguro desea el pueblo cubano.
“El boxeo a este nivel es diferente al que enfrenté en la competencia olímpica. Serán ocho rounds. Hay que prepararse bien. Aprovechar los golpes, enfocarse en los de poder. Ahora hay tiempo para estudiar al rival. Puedes perder un asalto y aún puedes recuperarte. Realmente es otra forma de pelea”.
Luego de asumir el reto en suelo chino, Erislandy volverá a escalar al ring en la Noche de Campeones, que acogerá el Coliseo de la Ciudad Deportiva el 31 de enero. ¿Dura prueba?
“El entrenamiento lo hemos realizado con ese fin. Llegar en la mejor forma posible. Los preparadores y yo estamos listos. El objetivo es combatir con el rival que nos salga.
“Siento que mi nivel cada día es mejor. Hay momentos en que noto que la rapidez y combinaciones son superiores a las de mis rivales. Estoy más fuerte y con más pegada”, aseveró.
El monarca de la cita de los cinco aros reconoció que percibir los criterios de los que más saben y le apoyan es fundamental si desea seguir cosechando éxitos.
“Escucho mucho a los técnicos. También a mi familia. Ellos están a mi lado en las buenas y en las malas. Confiaré en lo que me digan”.
Tampoco olvida a sus compañeros. Esos que crecieron deportivamente junto a él y sueñan con acompañarlo algún día en la selección nacional.
“Hablamos mucho. Me preguntan sobre mi forma de pelear y entrenar. Ellos están en la academia de Cienfuegos, pero los aconsejo, les hablo sobre formas de prepararse. No los olvido”, enfatizó.
Sobre otros retos dijo que aspira a triunfar en cuanta competencia participe representando a Cuba.
Erislandy Álvarez parece estar actualmente en otra dimensión si hablamos de calidad pugilística. Talento y enfoque son dos de las armas que lo han llevado a reinar.
El boxeo nacional obtuvo tímidos resultados el pasado año. En el actual ciclo olímpico tiene varios retos de envergadura antes de afrontar la meta final, que será en Los Ángeles 2028.
Trabajar aferrado a su talento y experiencia serán argumentos que con certeza pesarán en las notas finales.
Con hombres como Erislandy la formación cubana puede confiar. Claro, boxeadores así no se hacen de la noche a la mañana, pero nuestro protagonista, además de pulir a diario el arsenal que lo ha llevado a triunfar, es capaz de compartir con seguridad algunos de sus sueños y ambiciones. ¿Lo duda usted después de leer este corto intercambio?
