Terminan 12 meses y otros vuelven a ser contados en un almanaque distinto. Diciembre es el mes de los recuentos y de los abrazos; mientras, enero se apresura para los planes de año nuevo.
Y esta vez, aunque ya mi lista personal anda por el anhelo siete para 2025, la mirada va a los que abonamos en colectivo, pues el año que recién amanece es para los artemiseños, el decimoquinto de creada la provincia de Artemisa, a celebrarse el 9 de enero de 2026.
¿Y qué sucede hasta en las familias más modestas en el año de los 15? Es una etapa casi única, que no se compara con los 20 ni los 45. Se sueña desde el primer llanto del bebé, se convierte en ilusiones y se piensa a cada instante.
En mi casa hubo alcancías, aportes individuales, hubo fotos que hasta me sonrojan ahora, hubo panecitos y cake grande; hubo sonrisas y copas —no creo que con el mejor vino— pero si con el más duradero de los cariños.
Artemisa vive el año de sus 15 con las huellas de un huracán que nos deja casi sin cine, sin estadios, sin cerca perimetral en el Mausoleo a los Mártires, sin alumbrado público en muchas arterias, sin árboles frutales, sin una mata de plátano en pie, y sobre todo, con más de 21 000 familias damnificadas… pero nada será imposible, pues nos queda la voluntad de siempre, y esa habrá que multiplicarla por cada uno de los artemiseños que somos hoy.
Hay muchos lugares que deben cambiar el rostro avejentado y desaliñado con el cual nos dan la bienvenida, desde hace ya mucho tiempo. Y voy con uno de los más comunes y también de los más añorados. ¿Bailará en los 15 de Artemisa su bulevar?
Ese sitio de solo tres cuadras con un proyecto de los más bellos de Cuba (a mi opinión), no ha logrado perpetuarse en el tiempo, a pesar del ir y venir de su gente.
Más de cuatro millones de pesos se volcaron en lo que es hoy, puertas cerradas en la mayoría de sus establecimientos, aunque tantas cuartillas y horas de reuniones hayan dedicado espacio y tiempo, respectivamente, a la gastronomía de este sitio, a involucrar en él actores estatales y no, a la vida cultural casi 24 horas y los siete días de la semana.
No sé con certeza, pero ¿qué nos queda del bulevar que soñamos desde el día cero?
Cuando miras con detenimiento desde el primer paso… luminarias rotas o perdidas, macetas con la huella de la planta que fue, bancos dispares con moho hasta en sus entrañas, una fuente con guajacones en el Parque mal llamado de la Asociación Hermanos Saiz, baños públicos, cerrados casi desde su puesta en marcha, alguna llave goteando siempre y muchísimas losas de piso ausentes.
¡Ha tenido más penas que glorias! ¡Y mira que hace falta ese sitio donde siempre el Café Cubita enamore con su aroma, la Casa del Chocolate con sus servicios y el Coppelia contagie con su sabor!
Sin embargo, cada vez más es el lugar de Artemisa donde primero cae la tarde, y demora para amanecer, donde reina la soledad sábados y domingos, donde salvo sus excepciones, el prestar servicio al pueblo se convierte en inconvenientes y tabúes, incluso, para quienes deben complacer, con placer, tal como el lema del comercio minorista.
Enero es mes de triunfo para Cuba. También distingue a esta joven provincia. Marca una época en la cual, dejamos atrás ignominias y desigualdades, e intentamos brindar a todos iguales oportunidades, y para quienes vivimos aquí, marca el aniversario de creados, de unirnos 11 municipios, y de la primera edición del periódico donde escribo.
Este enero de 2025, lancemos nuestra convocatoria por los 15 de Artemisa, que sea no solo en el artemieño, sino dentro de cada artemiseño.
Tal vez, no haya alcancía para celebrar, pero hay tanto por hacer sin valor monetario, y sí con sentido de pertenencia por el pedacito del archipiélago que nos tocó vivir, y merece ser mimado y querido.
Al bulevar siempre volveremos, tal como lo hacen los artemiseños de cualquiera de los municipios ese día que andan por la ciudad cabecera, como los visitantes, los jóvenes enamorados, los chicos en día de cumpleaños, los trabajadores de regreso a casa.
¿Entonces? En la lista de los deseos de un año nuevo, habrá muchos como Cultura, Cimex, Etecsa, PNR, Rumbos, Comercio, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, Tiendas Caribe, la Empresa Eléctrica, Comunales, Trabajadores por Cuenta Propia, cederistas y federadas, que deberán ubicar sus retos y aportes, para que también baile el bulevar, en los 15 de Artemisa.