Dentro de pocas horas Cuba cumplirá 66 años de estar en la lista de países que patrocinan la solidaridad, la amistad y la paz con todos los pueblos del mundo.
Me atrevo a pedir prestada la afirmación para destacar que esta es la verdadera y legítima relación en la que nos toca estar y que nos ha ganado el reconocimiento universal. Es lo opuesto a esa otra que nos han endilgado los verdaderos promotores del terrorismo.
Recientemente escuché a un vecino lamentarse por las dificultades para adquirir determinados alimentos que tradicionalmente se utilizan en los festejos en familia por el advenimiento de un nuevo año, pero esta opinión no le impidió demostrar sus convicciones como patriota y revolucionario en la formidable marcha del pueblo contra el bloqueo y la arbitraria lista donde nos inscribió el imperio como un mecanismo más para sabotear la economía y las relaciones comerciales cubanas.
Está a punto de concluir uno de los años más difíciles de la Revolución, cuando al genocida cerco imperialista —principal obstáculo a nuestro desarrollo— se han sumado fenómenos meteorológicos, sismos y nuestros propios errores.
Mi vecino es de los que día a día está en la pelea cotidiana y no se deja derrotar ni por la política del garrote ni la de seducción.
Ese hombre sencillo forma parte de la gran tropa de la resistencia creativa, un concepto que, como expresó el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, “explica lo inexplicable: el triunfo de un pueblo pequeño y sin recursos sobre su poderoso vecino”.
Ello no exime al Estado y al Gobierno de la Mayor de las Antillas de profundizar en la autocrítica y el análisis de las insatisfacciones para conocer lo que merezca multiplicarse y enfrentar lo que frena, obstruye e impida el avance y deba barrerse del panorama nacional, como señaló el mandatario en las conclusiones del Cuarto Período Ordinario de Sesiones del Parlamento.
Resultó muy estimulante constatar que en ese escenario se hicieran sentir el ideario de Fidel y Raúl en cuanto a la corrección oportuna de cualquier situación que pueda comprometer el futuro de la construcción socialista.
Pese a la agobiante situación que padece cotidianamente, el pueblo confía en la Revolución y en sus dirigentes, aunque el adversario ha hecho todo lo posible por debilitarla con ofensas y calumnias.
Impulsar el proyecto social que ha elegido la inmensa mayoría de los cubanos es, en las complejas circunstancias actuales, una tarea titánica, y la comunicación constante con las masas, como practicó siempre el Comandante en Jefe, es decisiva para la comprensión de los obstáculos que ello representa y lo que puede alcanzarse no obstante los factores adversos.
Ante la llegada del año 2025 no podemos asumir la letra de aquella canción que fue tema de una telenovela cubana, basada en una obra de Héctor Quintero: “A lo mejor para el año que viene nos llega la buena”… porque el bloqueo seguirá ahí, en su empeño infructuoso de asfixiarnos.
Pero no podemos renunciar a “la buena”, más aún cuando depende de nosotros mismos. ¿Acaso nuestros trabajadores de la salud no fueron capaces en medio de una pandemia en la que el imperio nos quiso privar de recursos vitales, de crear vacunas y otros productos y equipos que salvaron al país? ¿Acaso no han concebido terapias y medicamentos reconocidos a nivel mundial? ¿Y qué decir —a pesar de las inmensas limitaciones materiales del Sistema Electroenergético Nacional afectado, además, por dos ciclones— de la proeza de los trabajadores del sector, que recuperaron el servicio en tiempo récord? Son solo ejemplos de lo que puede lograr una nación cuyos mejores hijos están decididos a vencer.
En este 2025 se realizará el 22 Congreso de la CTC, antecedido de un proceso en el que los protagonistas de nuestro proyecto social han analizado a profundidad, en todo el país, qué más se puede hacer en las condiciones actuales. He ahí una fuente de soluciones que la organización sindical debe potenciar y acompañar para generalizar las experiencias positivas y erradicar lo mal hecho.
¿Quién duda entonces que nos llegarán cosas buenas el año que viene?
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …