El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció en Caracas, Venezuela, los planes de desestabilización en varios países de América Latina y el Caribe, como parte de la ofensiva de Estados Unidos y la derecha regional.
En su discurso en la XXIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), afirmó que la región enfrenta un complejo escenario, y señaló que un retroceso en los procesos que tienen lugar aquí tendría impactos muy negativos para los pueblos.
Denunció que a los intentos de golpe de estado y de persecución a figuras políticas de izquierda y progresistas, se suma hoy una feroz maquinaria comunicacional dirigida a sembrar el terror y la mentira.
Somos testigos —dijo— de la promoción de discursos de odio y violencia, de estímulos desembozados al extremismo y del regreso a viejos pero no superados mecanismos de dominación imperialista.
Aseguró que el Gobierno de Estados Unidos y las oligarquías ignoran, con absoluto desprecio por las naciones en desarrollo, el derecho internacional y las más elementales normas de convivencia, y apuestan por la imposición de la fuerza, el unilateralismo y el chantaje.
Expresó la solidaridad con los países que enfrentan injerencias, especialmente Venezuela. En ese sentido, denunció que en el caso de Cuba, el uso de medidas coercitivas unilaterales impuestas por la potencia norteña desde hace más de seis décadas se ha escalado desde 2019, afectando gravemente la vida cotidiana de sus habitantes lo cual causa un costo sicológico significativo.
Ante este escenario, reafirmó la voluntad de resistencia de Cuba, al tiempo que exigió el cese de esa política, y agradeció el acompañamiento de los países del Alba-TCP en la batalla contra el cerco estadounidense y por la exclusión de la Mayor de las Antillas de la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Reiteró la disposición a sostener un diálogo respetuoso con el Gobierno de Estados Unidos sobre la base del reconocimiento al derecho de Cuba a su soberanía y autodeterminación de escoger su propio modelo de desarrollo independiente.
La XXIV Cumbre del Alba-TCP reunió en la capital venezolana a los 10 países miembros de la Alianza, y como invitados especiales representantes de Honduras y Palestina. También asistieron miembros de más de 80 movimientos sociales de 30 países.
Bajo el lema Un abrazo que marcó el rumbo de nuestra historia, la cita celebró el primer encuentro entre los líderes revolucionarios Fidel Castro y Hugo Chávez (en 1994), y los 20 años de la constitución del bloque de integración latinoamericano y caribeño, creado por ellos.