El movimiento sindical de Villa Clara se propone confirmar que siempre se pueden dar los imprescindibles reconocimientos a quienes sobresalen en cumplimir sus deberes laborales hasta en tiempos de estrechez material
Las carencias pueden haber llevado a la falsa creencia de que por no haber suficientes recursos materiales para estimular a los que sobresalen, es improcedente desarrollar emulaciones como las emblemáticas que hubo en el sector azucarero.
Podrían haberse mejorado, pero en años de bonanza se desarrollaron competencias fraternales paradigmáticas en estos tiempos duros de macheteros decimillonarios, brigadas de alta productividad de cortes de caña manual y mecanizado.
Quienes llegaban a la vanguardia eran distinguidos con artículos electrodomésticos, motos y autos, así como vacaciones, incluidas hasta en países entonces socialistas, lo cual no es posible hacerlo hoy con aquella masividad.
Actualmente eso no es posible, pero no se han usado para ellos los recursos todavía disponibles, y sin que este redactor haya encontrado pruebas de la señal que indicó extinguir la emulación, ésta desapareció aparentemente sin que nadie la extrañara.
No obstante, sí hubo voces portadoras de descontento, pero faltaron los oídos para escucharlas, y no se apreciaron las consecuencias negativas para el entusiasmo laboral porque también faltaron ojos para verlos.
Quien tenga otra opinión, hay que respetársela y admitir el derecho a replicar, pero lo más acertado es el camino emprendido por la CTC y sus sindictos en Villa Clara, de apartar la falsa creencia de que no pueden hacerse estimulaciones en una maltrecha economía y que no basta con la premiación moral.
El movimiento sindical villaclareño considera que si en algún momento resultan valiosos los reconocimientos es ahora en este territorio con vocación azucarera que ha retrocedido hasta quedar un central fabricando el producto.
Solo la empresa Héctor Rodríguez, de Sagua la Grande; y Carlos Baliño de Santo Domingo estarán dedicadas a su principal actividad, y para poder hacerla todavía requieren de completar los preparativos.
Falta fuerza laboral, pero hay que atraerla, y esa es una acción que por derecho propio corresponde en su mayor parte a organizaciones de masa como la CTC y sus sindicatos, pues en medio de tantas carencias, lo que no puede faltar es el trato humano para motivar su incorporación.
En todos los sectores hay trabajadores que conocieron aquellos procedimientos de la emulación, y mucho se puede aprender en una conversación con ellos, más si son jubilados o cincuentenarios del sector azucarero.
Las 29 000 toneladas de azúcar del plan de Villa Clara será menos difícil si se favorece con un movimiento emulativo y de reconocimiento a los más destacados, sobre todo en el central Héctor Rodríguez que aportará 26 000 toneladas para la canasta normada y el Carlos Baliño 3 000 toneladas orgánicas.
Junto con el inicio de la molienda en la primera quincena de diciembre debe arrancar la emulación que debe tomar en cuenta que participarán obreros de los centrales Quintín Bandera y Panchito Gómez Toro y otras fuerzas especializadas, así como ingenios que se dedicarán a producir meladura para obtener alcohol.
A las mujeres y hombres que sobresalgan en sus puestos de trabajo, incluidos los del sector cooperativo y campesino, la CTC y las organizaciones de masas deben coordinar cómo realizar la estimulación también en las barriadas donde viven, de modo que sus vecinos los aprecien.
En el empeño de renacer de la producción, tanto la principal como la de sus derivados, y la generación de energía, la emulación y la estimulación a los vanguardias también aportará su granito de azúcar en Villa Clara.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.