Esta Guagua es especial debido a que su recorrido comienza, pero no termina porque estaremos constantemente incorporando datos de utilidad.
La temporada comienza el primero de junio y termina el 30 de noviembre en la cuenca del Atlántico norte, que incluye el Golfo de México y el Mar Caribe.
Mientras el fenómeno atmosférico tenga vientos oor debajo de los 119 kilómetros por hora se denominan tormentas tropicales.
Se clasifican en cinco categorías, según la escala Saffir-Simpson creada por petición de la ONU en 1969 por el ingeniero estadounidense Herbert Saffir y el director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, el meteorólogo Robert Simpson.
Categoría I: vientos de 119 a 153 kilómetros por hora.
Categoría II: vientos 154 a 177 kilómetros por hora.
Categoría III: vientos de 178 a 209 kilómetros por hora.
Categoría IV: Vientos de 210 a 249 kilómetros por hora.
Categoría V: Vientos de 250 kilómetros por hora.
Debido a los efectos del cambio climático que provocan el aumento de la intensidad y la violencia de los huracanes, la comunidad científica está proponiendo añadir la Categoría VI para cuando alcance hasta 300 kilómetros por hora.
La Defensa Civil (DC) de Cuba cuenta con un plan de enfrentamiento que incluye las fases Informativa, Alerta, Alarma y Recuperativa.
Fase Informativa
Prepare el bolso o mochila familiar con todos los artículos previstos; proteja ventanas y puertas y los techos de cubierta ligera con sacos con arena o tierra, y si vive en un área rural traslade hacia la losa sanitaria convenida, los animales que será necesario sacrificar de urgencia.
Verifique el estado de las vías de acceso y el lugar de ubicación para la protección (vara en tierra, cuevas, obras o en casas de familiares y amigos); si es observador voluntario o posee en su vivienda un Punto de Alerta Temprana, compruebe el sistema de comunicaciones.
Fase de Alerta
Desinstale y proteja antenas del televisor, paneles solares u otros recursos que puedan verse afectados por la fuerza de los vientos e inundaciones; llene y asegure las tapas de los depósitos de agua ubicados en el techo.
Si se debe proteger fuera de su vivienda, trasládese en el plazo que indiquen las autoridades; observe estrictamente las medidas higiénicas y sanitarias; elimine objetos que puedan favorecer el criadero y proliferación de mosquitos.
Proteja las semillas y cultivos, al igual que las especies y categorías zootécnicas más sensibles (aves, crías porcinas, conejos, terneros y otros).
Verifique las condiciones de seguridad, el estado higiénico, el momento para la ocupación de cuevas, obras, túneles, vara en tierra y casas refugio; si es observador voluntario o posee en su vivienda un Punto de Alerta Temprana, realice la observación meteorológica e hidrológica (niveles de agua), hacia ríos y micropresas cercanos e informe, si es posible, cada tres horas; realice el desmontaje del sistema fotovoltaico y protéjalo en lugar alto que no sea afectado por inundaciones, ni por filtraciones de agua.
Fase Alarma
Evite el movimiento del lugar donde se protege; cierre las entradas de gas, biogás o combustible doméstico que emplee para la cocción de alimentos; no transite por áreas inundadas; no acuda a embalses, ríos y lagunas para pescar o bañarse ni tampoco toque cables eléctricos.
Aléjese de lugares con peligro de derrumbe o deslizamiento; no salga del lugar donde se encuentra protegida la familia, aunque después de sentir vientos fuertes sobreviene una calma, y haga la observación meteorológica e hidrológica (niveles de agua) sin que corra peligro su integridad física.
Fase Recuperativa
Realice inspección a la vivienda, si existen daños estructurales, pero no entre; solicite ayuda a un especialista, revise las instalaciones de las redes de agua, electricidad y gas antes de activarlas; incremente las medidas higiénicas y sanitarias.
Involucre a los niños en la recuperación y, si es seguro, inclúyalos en las actividades de limpieza, explíqueles por qué suceden los desastres como el que han vivido, y lo que pueden hacer para mantenerse a salvo ahora y en el futuro.
No permita que los niños toquen cables eléctricos o tomacorrientes que se hayan mojado; no deje que jueguen con juguetes que han sido contaminados por las aguas de la inundación, sin haber sido desinfectados; elimine muñecos de trapo y felpa.
Asegúrese de que se bañen, si estuvieron expuestos a las aguas de la inundación; extreme las medidas en el lavado de vegetales, frutas y alimentos que se consumen crudos; elimine alimentos contaminados; no defeque al aire libre, ni cerca de ríos, arroyos y lagunas.
Mantenga bien tapados los recipientes con basura y alejado de los alimentos; asegure agua para el consumo, hervida y clorada; no transite por áreas inundadas, ni acuda a embalses, ríos y lagunas para pescar o bañarse; no toque cables eléctricos,
Aléjese de lugares con peligro de derrumbe o deslizamiento, y si reside en áreas rurales, ayude a la inspección del estado técnico de los corrales y cuartones de los animales.
En resumen: Nunca es tarde para aprender, pero en este caso en que debemos de precaver, es conveniente estar al tanto de las medidas para preservar la vida y los bienes con suficiente antelación.
Por tanto, recomendamos tomar en cuenta el contenido que traslada esta Guagua y no olvidar que pueden ser aplicadas en próximas ocasiones.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.