Los cubanos literalmente seguimos guapeando. El bloqueo es duro y recrudecido, y se manifiesta en la persecución financiera y también en los costos de los combustibles y su reducido acceso, debido a la prohibición de un comercio normal con el país cercano y las presiones de su gobierno a terceros.
Una vez más, la Resolución cubana contra el bloqueo estadounidense, genocida, criminal y obsoleto, gana por abrumadora mayoría en el seno de las Naciones Unidas; los de siempre votan en contra, pero el mundo, en mayoría, condena el cerco económico y financiero que pretende ahogar a un pueblo y estrangularlo por carencias materiales.
Ante el bloqueo, no hay otra alternativa que sobrepasarlo. Y aunque en ocasiones la vida cotidiana lleva a límites muy duros, cuando se recorre el país de una punta a la otra, queda demostrado que la situación actual no es insuperable.
Ahora mismo, en uno de los sectores donde más abruma la política de cerco económico, el de la electricidad, se levanta una montaña de esfuerzos y optimismo, con la inversión de “mayor impacto realizada actualmente en el país”, calificada así por el Presidente cubano, que contempla la construcción de 21 nuevos parques solares fotovoltaicos, de aproximadamente poco más de 20 megawats cada uno, a concluirse en un plazo entre dos a siete años, que proveerá al país de más de 2 000 megawats a partir del uso de fuentes renovables de energía.
Decirlo es fácil, pero es una construcción millonaria, no solo en el orden económico, sino también en el de los esfuerzos. Desbrozar malezas, absorber todo el “knowhow” tecnológico que implica una instalación de altos estándares, y respetar con rigor el cronograma asociado a la obra civil, la instalación tecnológica y la infraestructura que rodea una inversión de este tipo, ha sido y es muy complejo.
Detrás de la construcción de cada parque, hay una conexión entre muchos eslabones de la cadena. Junto a la Unión Eléctrica, sus directivos y trabajadores, ha existido de forma anticipada, una preparación integral en todos los sentidos: desde la factibilidad de cada proyecto y los sitios donde serían ubicados, el tipo de tecnología a instalar, la proximidad a fuentes de generación eléctrica para su interconexión al Sistema Nacional, el respeto a las normas técnicas y especialmente la preparación del personal que trabaja en la inversión.
Si tenemos que resumirlo, es un proyecto innovador, al tiempo que aportador por el tremendo impacto que tendrá en el país, tanto en lo económico como lo social. “Guapeen, y sigan trabajando como hasta ahora, con esa gran responsabilidad. Parte del futuro de la electricidad en Cuba está en sus manos”, afirmó el Presidente al concluir uno de sus recorridos por el Parque Fotovoltaico “La Sabana”, en Granma, uno de los cuatro que se instalan en el territorio, muy cerca de la cabecera provincial, Bayamo, junto a otros tres ubicados en Río Cauto, Manzanillo y .Niquero.
Allí, a pleno sol, como ocurre en otros, el escenario parece conformado por pequeñas, pero a su vez enormes “hormigas humanas”, cada cual a lo suyo, a sabiendas de que en el esfuerzo colectivo, se está construyendo y asegurando la sostenibilidad eléctrica de la nación, parte de un Programa de Eficiencia Energética a partir del uso de Fuentes Renovables de Energía, convertido en Política en el 2014. El programa actual con la ejecución de parques fotovoltaicos, resultará un salto cualitativo y cuantitativo enorme en la capacidad de generación del sistema eléctrico nacional.
Al retomar los recorridos por los municipios, encabezado por el Presidente Díaz-Canel, las visitas a los parques solares fotovoltaicos ubicados en los territorios, comienzan a formar parte de la agenda. Es imprescindible, necesario, porque ratifica la importancia que el Gobierno confiere a este mega programa y el rigor en su seguimiento.
No sería exagerado afirmar que el programa vinculado con la construcción de parques solares fotovoltaicos en Cuba, es una innovación en sí mismo. Porque ha tenido la mirada holística de expertos, profesionales de diferentes ramas y la academia, con un seguimiento permanente y aportador durante distintas sesiones del Consejo Nacional de Innovación, un órgano consultivo del Gobierno, que dio luz verde y fortaleció también la idea, que tiene una visión país desde la ciencia.
Los parques solares fotovoltaicos permitirán, a partir del primer cuatrimestre del venidero año, robustecer el sistema desde el uso de fuentes limpias, en este caso del sol, y aliviar los apagones diurnos para “descargar” al Sistema Electroenergético Nacional, y dejarlo en mejores condiciones para enfrentar los picos de los horarios nocturnos.
Es tal la envergadura del proyecto que muchos territorios tendrán asegurados en estos parques una buena parte de la energía en determinados horarios del día, de ahí su impacto social.En lo económico, habrá un ostensible ahorro de divisas por concepto de importación de combustibles que podrá reorientarse hacia otros sectores que lo necesitan, amén de la garantía en el cuidado del medio ambiente.
Claro que con la instalación de nuevos parques solares, el tema de la demanda eléctrica no quedará totalmente resuelto. Es un complemento importante para avanzar en el cambio sustancial de la matriz nacional de la generación, combinando el uso de fuentes renovables de energía – que incluye también la eólica en su momento-, con los combustibles fósiles, en la búsqueda de soberanía e independencia energética, uno de los eslabones donde más golpea el bloqueo cuando el país debe erogar cuantiosas divisas para la compra de combustibles y lograr los necesarios “empates” en la distribución hacia nuestras centrales térmicas.
Por otro lado, resta el tema de los mantenimientos a las Centrales Termoeléctricas, no pocas en estado de obsolescencia y que se mantienen gracias a los esfuerzos innovadores de una tropa de especialistas-trabajadores para mantenerlas en activo.Sí hay salidas a los problemas, y la vida lo demuestra desde el ejemplo de esos hombres y mujeres a lo largo y ancho del país.
Como fue explicado, la situación del sistema electroenergético nacional es muy compleja. Pero el Gobierno no está cruzado de brazos, porque en medio también de ese escenario se va convirtiendo poco a poco en realidad un sueño, que también cuando se escriba para la historia, será un ejemplo más sobre cómo en Cuba se construye el futuro con todos; inteligencia sobra y voluntad también.