La obsesión de Nancy Hortensia

Hace 45 años que Nancy Hortensia Estrada García se incorporó al mun­do laboral. Pudiera estar en casa disfrutando de su bien merecida ju­bilación, pero ella prefiere “mientras la salud y la fuerza me acompañen, seguir aportando al desarrollo y a la defensa de la Revolución”.

Hace la afirmación tras ser elegida delegada directa al 22 Congreso de la CTC por el voto di­recto y secreto de sus compañeros de labor en la unidad empresarial de base (UEB) Provari Las Tunas —adscripta a la Empresa de Pro­ducciones Varias del Ministerio del Interior—, donde se desempe­ña como especialista en Sistema de Gestión Integrado y asistente de dirección.

Esa responsabilidad no le impide conducir la dirección del núcleo del Partido, ni trabajar de forma coordi­nada con la sección sindical, actitu­des distinguidas en años anteriores cuando representó al colectivo en los máximos cónclaves del Sindicato de los Trabajadores Civiles de la Defensa, organización que los afilia.

El magno evento de los trabajado­res cubanos se va a realizar en medio de la difícil situación que atraviesa el país, y por esa razón se siente mucho más comprometida, y confía en que será “un momento ideal para que la CTC y sus sindicatos tomen acciones, adopten acuerdos que aúnen los esfuerzos de los sistemas empresarial y presupuesta­do, y de los nuevos actores económicos para juntos vencer las dificultades y seguir adelante”, dice convencida.

“Vamos a retroalimentarlos, también vamos a tener la oportuni­dad de trasmitir las mejores expe­riencias de nuestro quehacer y de las alternativas aplicadas que han ubi­cado a la UEB como la de mejores resultados entre sus similares del país”, lo expresa sin chovinismos, y solo la anima esa perenne obsesión de trabajar y hacerlo bien que dis­tingue su amplia trayectoria laboral.