Llanto compartido

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…No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas de abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!

Fidel

 

Este 6 de octubre se conmemora un aniversario más del crimen de Barbados, considerado el mayor acto terrorista contra un avión civil en pleno vuelo en el hemisferio occidental, donde perdieron la vida 73 personas, entre ellos cinco funcionarios del gobierno coreano, 11 guyaneses y 57 cubanos, de ellos 24 integrantes del equipo cubano de esgrima ganador en los juegos centroamericanos.

Imagen : Archivo

 

Bautizado el seis de octubre como el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, suceso que nos hace hinchar las venas de tan solo recordarlo, al ensombrecer de negro decenas de hogares.

Han pasado 48 años, pero las mejillas continúan humedecidas hasta que se haga justicia; los terroristas que ejecutaron aquel horrendo asesinato campean por su respeto impunemente por las calles de Estados Unidos, país que se autoproclama la cuna de la democracia, paladín de la libertad y defensor de los derechos humanos.

Acuden a mi memoria las anécdotas de uno de los hijos de Guillermo de Valencia Guinot, sobrecargo mayor del avión CUT- 1201 de cubana de aviación destruido en 1976.

Foto: Archivo

Siempre nuestro país ha sido una piedra en el zapato para los dirigentes de la Casa Blanca, cuya molestia es apreciable en la fuerte política de agresión sistemática considerada como una verdadera guerra en la que no han faltado terrorismo, sabotajes, asesinatos…

Desde 1959 el gobierno de Estados Unidos comenzó a conspirar para tratar de derrocarnos mediante un programa de acciones encubiertas que incluyó hasta la invasión militar de Playa Girón.

Descubrir estas actividades subversivas no ha sido fácil, pues sus grupos terroristas poseen nexos íntimos y se confabulan con agentes y funcionarios del gobierno norteamericano, ante estos actos crueles los cubanos no nos hemos quedado con los brazos cruzados, las advertencias no han faltado.

La Isla de la Juventud no ha estado exenta de ese odio venido de la Casa Blanca. El primero de enero de 1959 ocurrió el primer hecho terrorista perpetrado por esbirros de la tiranía batistiana; uno de los centinelas de la Circular Tres del mal llamado Presidio Modelo, abrió la puerta para que un grupo de presos que cumplían sanción por varios crímenes escaparan.

Entre estos estaba el asesino de los Hermanos Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, conocido por el nombre de Margarito Roberto Díaz Medina, ex soldado de la tiranía, quien junto a otros secuestró un auto de alquiler y una lancha y bajo amenaza de muerte obligó a los tripulantes a salir del país.

Ese mismo año, el 16 de abril, apenas cuatro meses después de triunfar la Revolución, un avión de pasajeros DC-3 que realizaba viaje de Ciudad de La Habana a la entonces Isla de Pinos, fue secuestrado por antiguos miembros de los cuerpos represivos, que lo desviaron de la ruta y obligaron al piloto a dirigirse hacia Miami. Como todos los que vendrían después, el hecho quedó impune.

Aparejado a ello, el 29 de octubre de 1960, nueve contrarrevolucionarios secuestraron el avión DC- 3 en el que le ocasionaron la muerte al escolta Cástulo Acosta Hernández; los sujetos fueron para Miami, donde, como otros asesinos, los recibieron con las manos abiertas.”

Foto: Archivo

El nueve de agosto de 1961 intentan desviar a Miami el avión C-47, pero el escolta Silvino Rómulo Sánchez Almaguer, quien estaba gravemente herido producto de las agresiones de los secuestradores, le dice al piloto Alberto Bayo que aterrice en los campos del central Fajardo, donde son capturados los delincuentes, acción en la que murieron Silvino, el capitán Luis Álvarez Rigoto, un pasajero y resultaron heridos otros seis.

A estos hechos se les suman otros intentos de secuestro, como el del avión del diez de marzo de 1987, en el aeropuerto de Rancho Boyeros, cuando cumplía la ruta Ciudad de La Habana- Isla de la Juventud.

A la lista de terrorismo en el Municipio se le suma lo sucedido el 19 de marzo del 2003, cuando una nave de pasajeros fue secuestrada por seis delincuentes que, con empleo de armas blancas, desviaron un DC-3 hacia Estados Unidos; la tripulación fue obligada a desviar la ruta y realizaron su aterrizaje en Cayo Hueso.

El Comandante en Jefe Fidel Castro calificó la acción como conspiración premeditada y denunció los intentos de la mafia de Miami de proteger a esos individuos, que pusieron en juego la vida de mujeres y niños, y exigió la devolución de las aeronaves que aún no han sido entregadas a las autoridades cubanas, como ha ocurrido en otras ocasiones.

Foto: Archivo

Ahí no quedan las atrocidades; el 31 de marzo del 2003, a las nueve y media de la noche, un AN- 24, que volaba de Nueva Gerona a Ciudad de La Habana, fue secuestrado por un sujeto que amenazaba con una supuesta granada de mano, y exigió lo trasladaran a Estados Unidos. Viajaban 40 adultos y seis niños.

Cómo olvidar el 17 de abril de 1961. Aviones mercenarios que participaban en la invasión a Playa Girón, ametrallaron al barco Baire, encargado de proteger la costa norte de la entonces Isla de Pinos, donde murieron Juan Rafael Alarcón Rodríguez y Armando Ramos Velazco, y la noche del 17 de septiembre de 1961, cuando el hotel Santa Rita, en La Fe, ardió en llamas por culpa de unos malhechores.

Pero también la epidemia de dengue hemorrágico que afectó al país, introducida por bandas contrarrevolucionarias, hizo estragos a punto de dejar a Graciela González, grave por 48 horas, quien demoró en recuperarse de las secuelas; la fiebre porcina abrió un hueco a la economía pinera al tener que sacrificar el ganado en existencia; al tiempo que hubo daños en la agricultura, el cítrico y en otros sectores de importancia social.

Decenas de atentados han venido del Norte, pero como mismo Fidel denunció unos días después del atentado de Barbados nada detendrá la Revolución y a la vez se preguntaba:

(…) qué se pretende con estos crímenes. ¿Destruir la Revolución? Es imposible. La Revolución emerge más vigorosa frente a cada golpe y cada agresión, se profundiza, se hace más consciente, se hace más fuerte. ¿Intimidar al pueblo? Es imposible. Frente a la cobardía y la monstruosidad de crímenes semejantes el pueblo se enardece, y cada hombre y mujer se convierte en un soldado fervoroso y heroico dispuesto a morir.

Han transcurrido 48 años, el dolor de estos familiares jamás acabará, tampoco el sufrimiento de la Patria, lo mismo que el reclamo permanente ante crímenes semejantes que se mantienen impunes, Cuba aún llora.

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