En exclusiva con Prensa Latina, su director Nemecio González nos habló un tanto de la actualidad del CIGB, fundado hace 35 años por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.
“Mantenemos proyectos en la cantera de nuestra institución. Por ejemplo tenemos en la fase ya de desarrollo tecnológico avanzado, uno contra la enfermedad hemorrágica del conejo, debemos estar terminando el año con productos ya, con lotes producidos para realizar ensayos clínicos y poder registrarlo”, dijo el investigador.
La colaboración con instituciones como la Universidad de Camagüey ha sido una constante, además de tener el prestigiosas en el área agrícola de establecerse con productos como el Gavac y el HeberNem.
“No podemos pasar por alto nuestros anteriores: la vacuna Gavac, que es el monógeno contra la garrapata, el ganado bovino, la vacuna Provac contra el cólera porcino y un bioproducto para las plantas, para control de nematos y además estimulación de crecimiento, que es el HeberNem”, ratificó González en la entrevista.
A su vez el directivo agregó que “también estamos trabajando en un proyecto de un nuevo candidato para el control de garrapatas, para que sea de un mayor espectro, no solamente para la garrapata específica del bovino, sino que pueda llegar incluso a mascotas, a caballos, a otras especies”.
El espectro del aporte del CIGB trasciende la esfera de la salud “ también en la salud humana, porque al final cada vez estamos más relacionados y estamos en un ecosistema que tenemos que cuidarlo desde todos los puntos de vista para poder mantener la salud integral”, sentenció González.
“Tenemos proyectos conjuntos para el mejoramiento del café. Se trabaja en aislamiento y estandarización del proceso de fermentación del café que pueda lograr mejorar las propiedades tanto de sabor como de aroma y por tanto darle un mayor valor agregado a nuestro café cubano”, concluyó .
Tres décadas y media de intenso bregar caracteriza al CIGB Camagüey, una institución que mantiene la premisa del propio líder de la Revolución antillana, quien refirió que el porvenir de Cuba tenía que ser irremediablemente un futuro de hombres de ciencia.