Tal y como sospechaban las autoridades sanitarias, el virus del Oropouche circula en Las Tunas, confirmaron los resultados de dos muestras procedentes del municipio de Colombia y estudiadas en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
Desde que se conoció la presencia de la enfermedad en el país, aunque no existían evidencias de su irrupción, en este territorio del oriente cubano habían elevado la vigilancia epidemiológica, y el manejo ambulatorio y clínico de los casos febriles inespecíficos, destacó en conferencia el doctor Aldo Cortés González, subdirector del Centro Provincial de Higiene Epidemiología y Microbiología.
Ahora, Cortés González insta a la población a acudir a las instituciones médicas al padecer cualquier síntoma febril inespecífico y colaborar con la higiene en las comunidades para cerrar el cerco a los mosquitos Aedes aegypti y Culex, peligrosos vectores que en esta etapa del año proliferan y constituyen una amenaza real a la salud.
Reiteró la importancia de que las personas con dolencias de ese tipo concurran a los consultorios del médico y la enfermera de la familia, donde los galenos tienen facultades y conocimientos para establecer un diagnóstico certero de la posible causa del padecimiento e indicar la conducta ante el mal que les aqueja.
En las declaraciones ofrecidas al Periódico 26, el experto tunero enfatizó en las complejidades del escenario epidemiológico local, donde hay «muchas virosis, tanto respiratorias como digestivas, que pueden estar acompañadas de fiebre».
El epidemiólogo también llamó a «la autorresponsabilidad de las personas en la protección contra los picaduras del mosquito; en acudir al médico cuando tengan alguna sintomatología; y la protección a los grupos de riesgo: los ancianos, y las personas con alguna comorbilidad».