Acinox-Las Tunas es la única industria sucia del país que ostenta el Premio Nacional de Medio Ambiente, obtenido en el año 2007; y, desde entonces conserva esa condición con una labor sostenida que mereció este año, otra vez, el reconocimiento provincial entregado en el acto nacional por el Día Mundial del Medioambiente, celebrado en esta provincia del oriente cubano.
La ingeniera Industrial Victoria Serrano Pérez, especialista a cargo de esta actividad en esa emblemática industria metalúrgica de Cuba, asegura que “los logros son el resultado de una dirección totalmente comprometida con los problemas ambientales, y de un colectivo laboral que lleva sembrado en el corazón la importancia de todos estos asuntos para lograr una producción de acero sobre bases limpias y sostenibles.
Explica que asumen y gestionan el medioambiente como una oportunidad y lo hacen desde la ciencia y la innovación como lo exigen estos tiempos, lo que ha permitido desarrollar un trabajo responsable, por ejemplo, en el manejo de los recursos agua y forestales, y de los residuos altamente contaminantes.
Asegura que cuenta con un programa ambiental bien diseñado con objetivos, principios, metas, acciones y planes de manejo implementados que han permitido identificar los impactos ambientales y defender el entorno natural más próximo a los trabajadores, sin abandonar el compromiso de minimizar el daño que pudieran ocasionar los desechos más allá de los muros de la fábrica, un escenario muy complejo por la agresividad de los residuales que generan estas producciones.
Exalta el impacto que ha tenido en este empeño generalizar la práctica de la economía circular, con una concepción que trasciende el concepto meramente económico y deviene una aliada especial, insustituible, en los esfuerzos por salvaguardar el medioambiente.
Es cierto, reconoce la entusiasta ingeniera, que la implementación de la economía circular es una vía importante para diversificar las producciones, que en el caso de Acinox-Las Tunas le está dejando ingresos importantes en las finanzas y que benefician el salario de los trabajadores a partir del aprovechamiento de los excedentes de materias primas; al tiempo, que le permite contribuir a los programas de desarrollo local y a solucionar problemas a otras entidades y organismos.
Pero, enfatiza, le ha proporcionado una vía expedita de protección al medioambiente, pues al reconvertir esos desechos en otros productos útiles liberan espacios y limpian de agentes agresores los puestos laborales y las áreas interiores de la planta.
De la estrategia, Serrano Pérez distingue el uso de medios eléctricos de transporte, lámparas led, paneles fotovoltaicos, tejas traslúcidas, calentadores solares, reutilización de aceites usados, el aprovechamiento de la escoria blanca como material de construcción… entre otras que le dan la certeza de que es posible, con el esfuerzo mancomunado, mitigar los daños y las amenazas que significa el acelerado proceso del cambio climático provocado por el comportamiento irracional de las sociedades modernas.