Al intervenir ante la Asamblea General, el viceministro cubano de Relaciones Exteriores Elio Rodríguez recordó que el uso de esas disposiciones afecta los esfuerzos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible así como los planes nacionales de desarrollo.
Las medidas coercitivas unilaterales impiden la inserción en los mercados internacionales en igualdad de condiciones, de forma justa e inclusiva, remarcó.
El vicecanciller rechazó el cerco económico y comercial impuesto desde Washington contra su país, considerado el sistema de medidas coercitivas unilaterales más severo y prolongado que se haya aplicado contra nación alguna.
Se trata, dijo, de un acto deliberado de guerra económica con el propósito de impedir los ingresos financieros al país, destruir la capacidad del gobierno para atender las necesidades de la población, hacer colapsar la economía y crear una situación de ingobernabilidad.
El bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos y cubanas, y convoca el repudio casi unánime de la comunidad internacional, subrayó al recordar que el 80 por ciento de la población cubana nació bajo el efecto de esa política.
La política de asfixia desde Washington se ha reforzado aún más con la arbitraria inclusión de Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado sobre supuestos países patrocinadores del terrorismo, advirtió.
“Se trata de una designación sin fundamento, autoridad o respaldo internacional alguno, para intentar justificar y endurecer el cerco contra Cuba con el que los Estados Unidos continúa castigando al pueblo cubano”.
A juicio del representante cubano, no basta con reconocer que Cuba coopera plenamente con los Estados Unidos en la lucha contra ese flagelo, como admitió el Departamento de Estado, sino que la isla debe ser sacada sin más demora de ese espurio listado.
Rodríguez intervino a propósito del debate convocado por la Asamblea General para el fin de las medidas coercitivas unilaterales extraterritoriales utilizadas como instrumento de coacción política, que calificó como oportuno.
La eliminación completa, inmediata e incondicional de tales medidas constituye una histórica demanda de la comunidad internacional, plasmada en resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos, así como en numerosas declaraciones, recordó.
El viceministro agradeció las muestras de solidaridad internacional frente al cerco norteamericano al tiempo que aseguró la nación caribeña no renunciará a su sistema de justicia social a pesar de las limitaciones impuestas.
“Seguiremos siendo una nación absolutamente independiente y soberana, dueña de su destino. Es una conquista alcanzada con el sacrificio de varias generaciones, que defenderemos siempre”, agregó.