La premisa de que en tiempos tan difíciles «la calidad de los servicios y el respeto al pueblo jamás serán principios negociables» centró el análisis y las reflexiones del balance de trabajo del buró provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca en Guantánamo, presidido por Jorge Luis Fajardo Casas, secretario general del gremio en el país.
Durante la reunión en la que se evaluó el funcionamiento del organismo de dirección sindical durante el año 2023, dirigentes obreros y administrativos en representación de los cuatro mil 634 afiliados del gremio en la provincia más oriental de Cuba valoraron los desafíos, insuficiencias y logros de un calendario pleno en limitaciones, escasez y dificultades crecientes.
Entre los indicadores no superados describieron el poco seguimiento al sistema de condecoraciones y títulos honoríficos, indicador donde señalaron prioritario elevar el rigor de la emulación tanto individual como colectiva y potenciar los movimientos que compulsan el incremento de la producción, el ahorro, la disciplina y la cultura por la calidad de trabajo.
Hacia esa perspectiva Fajardo Casas, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca razonó que «en un momento en que el salario pierde poder adquisitivo, la estimulación moral que siempre lo sobrevive debiera ocupar lugares cimeros» y por tanto entre las proyecciones del gremio para la actual etapa de trabajo está la estimulación de entidades con buenas prácticas en la inocuidad, el satisfactorio ambiente laboral, la productividad y la eficiciencia.
El sindicalista resaltó la cohesión y coordinación de conjunto con directivos del Buró Provincial del sindicato en el territorio, en tanto exhortó a un mejor aprovechamiento de esas oportunidades con un quehacer sistemático donde los afiliados se sientan acompañados y valorados en cualquier puesto de trabajo.
Otro de los asuntos mas debatidos fue la coherencia y profundidad de los procesos de afiliación como muestra de la militancia consciente de cada uno de los trabajadores ya sean estatales o no y la efectividad, calidad y funcionamiento oportuno de las asambleas de afiliados, «forma insustituible de expresión de la democracia sindical».
En ese tópico las opiniones coincidieron en la efectiva planificación como positivo y medular elemento de nuestro sistema de dirección política, la necesidad de revitalizar la importancia de la asamblea sindical entre los trabajadores, y el aprovechamiento de sus agendas para reimpulsar la gestión de las entidades y la garantía del derecho de los obreros de participar en los mecanismos y estrategias para hacer avanzar la economía del país.
Asimismo la ocurrencia de robos y desviaciones de recursos, deficiencias en la recepción y entrega, no profundidad de las causas que originan el hecho y poco análisis en las asambleas de afiliados se presentaron como las distorsiones más frecuentes en el periodo, unidas a la búsqueda de mayores soluciones para generar alternativas de producción ante la falta de materias primas en aras de defender el empleo de los trabajadores.
Revitalizar el movimiento emulativo Vivir y Vencer con iniciativas y resortes autóctonos fue otra de las proyecciones aprobadas, así como «desterrar tendencias de acumular planteamientos y respuestas que no les corresponden al sindicato, «quien sí tiene como deber exigir a los responsables por respuestas claras y oportunas ante los afiliados sean estatales o privados».
En el contexto del proceso orgánico del 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el aniversario 15 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Alimentaria y la Pesca el gremio recibe además la alta fiscalización de la Asamblea Nacional del Poder Popular, otro espacio para la introspección y el examen exhaustivo de sus deficiencias en la corrección oportuna para el perfeccionamiento y calidad de los productos y servicios.