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Cargando...El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llamó a multiplicar los buenos ejemplos que hay en la industria alimentaria; a generar todas las exportaciones posibles (y cobrarlas en tiempo) y buscar nuevas ideas de negocios con inversión extranjera.
El mandatario compartió esta y otras indicaciones esenciales con las trabajadoras y trabajadores del sector de la industria alimentaria. Fue en la tarde de este martes, durante el balance del trabajo del ministerio del ramo en el año 2023 y las proyecciones del mismo para 2024.
Encabezado también por el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y otros dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno, durante el encuentro, celebrado en formato de videoconferencia desde el Palacio de la Revolución con todos los territorios, Díaz-Canel abordó las prioridades del país para este año, conducidas por el Partido y aprobadas por la Asamblea Nacional en diciembre pasado.
Sobre la primera de ellas, el fortalecimiento de la unidad, señaló que este pasa por la participación, por el talento y el compromiso de los trabajadores del sector, quienes deben proponer cómo superar los problemas actuales, y entre ellos, los jóvenes, que tienen una visión nueva, diferente, de lo que hay que hacer, aunque no siempre, acotó, los estilos de trabajo favorecen estos procesos.
Sobre la segunda prioridad, el perfeccionamiento de la labor político ideológica, enfatizó que entre quienes laboran en la Industria Alimentaria es fundamental que predomine la consciencia sobre la necesidad de incrementar la oferta a la población, algo fundamental para bajar los precios y la inflación, y para generar más satisfacción en nuestra gente, asunto también muy vinculado a las Prioridades del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, la tercera prioridad.
En un ramo como este —la producción industrial de alimentos, es vital también, como subrayó el Presidente, discutir y trabajar para superar desviaciones y tendencias negativas, como el ausentismo, el descontrol, la corrupción, el robo…
Se trabaja para un año mejor
Sin dejar de reconocerse las limitaciones objetivas que afectaron el sector —las mismas que sufrió el resto de la economía—, en el balance dela labor del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) en el año 2023 y las proyecciones para 2024 —que tienen de pauta las Prioridades del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía—, se señaló que los resultados productivos alcanzados fueron muy inferiores a lo que demanda nuestro pueblo.
El Minal es el Organismo de la Administración Central del Estado encargado de rectorar la política de pesca y la producción industrial de alimentos y bebidas. En 2023, los tropiezos reales y subjetivos llevaron a que la industria dejara de producir más de 290 000 toneladas de alimentos, un franco decrecimiento con respecto a 2022 y el peor resultado del último lustro.
Las causas del decrecimiento fueron múltiples, pero su incidencia fue grande en algunos escenarios vitales, como la canasta familiar normada. Las caídas en la producción llevaron a arrastrar, por ejemplo,débitos de hasta cuatro meses en la entrega de pollo, de cinco meses en la de café, de seis meses en la de yogurt de soya…
Las exportaciones —vital para el reaprovisionamiento del sector y aportar al país, porque la disponibilidad de divisas es uno de los factores que más nos atenaza— quedaron al 75 por ciento, con un decrecimiento de más de 28 000 000 de dólares con respecto a 2022.
Alberto López Días, titular del Minal, informó sobre un amplio grupo de distorsiones identificadas en el organismo y el sistema empresarial, y la estrategia para corregirlas y reimpulsar la gestión y actividad productiva.
Sobre las proyecciones para el año que corre, en el ramo se prevé generar valores por más 92 mil millones de pesos, un 31 por ciento por encima de lo facturado en 2023; y lograr ingresos por exportaciones por unos 234 millones de dólares, 60 millones de dólares más que el año pasado, y donde la pesca y el ron cubano llevan el liderazgo.
Se prevé, además, un incremento de los negocios con participación de la inversión extranjera en sus diferentes modalidades, y desarrollar un sistema financiero diferenciado para el reaprovisionamiento de la industria, el incremento de la oferta y la ampliación de las exportaciones.
Es prioridad también, garantizar destinos sociales como las dietas médicas y el consumo social, así como acrecentar la oferta al mercado interno, el turismo y la cadena de tiendas. Otra meta es dar mayor impulso a la construcción naval para lograr la modernización total de la flota pesquera del país para el 2030.
Objetivo de máximo empeño lo constituye el incremento de las producciones nacionales, con énfasis en la capacidad instalada, para lo que es necesario una mayor contratación a los productores agropecuarios, principal vía para garantizar las materias primas que demanda la industria.
A partir de la existencia real de condiciones para el crecimiento y desarrollo, de acuerdo a la capacidad instalada en las empresas del Minal, el organismo prevé incrementar en más de 300 000 toneladas la oferta de productos alimenticios a la población.
En consonancia con las Prioridades del Gobierno, el Minal busca avanzar en el perfeccionamiento de su sistema empresarial; transformar su entorno institucional, incluido redimensionar plantillas en el sector presupuestado, potenciar la ciencia y la innovación y la superación profesional; acrecentar la política y responsabilidad social, y reducir el delito, las ilegalidades, las indisciplinas, la corrupción.
Al evaluar el trabajo del sector el año anterior y las proyecciones para este, el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, señaló que al balance le antecede una visita de trabajo del Gobierno al Minal en 2023, y la conclusión de la entrega y recepción del cargo por el nuevo ministro, el compañero Alberto López Díaz.
El Premier indicó trabajar y seguir avanzando en identificar distorsiones y tendencias negativas, porque si bien se han identificado muchas, todavía quedan bastante en el sector, acotó.
Llamó a explotar las capacidades disponibles con encadenamientos reales, verdaderos, entre las diferentes formas de gestión, e incrementar el papel de la inversión extranjera, la que ya existe y la que se negocia, siempre en función de incrementar la producción y la oferta y servicios a nuestro pueblo.
El Jefe del Gobierno de la República señaló que la contratación sigue siendo el gran problema del organismo, y no solo en lo relativo a la leche y la carne, y su solución pasa, enfatizó, por la disciplina, el control y la exigencia.
El sector de la industria alimentaria, señaló Marrero Cruz, es un gran colectivo, con experiencia en la actividad industrial.
Ustedes, les dijo, han sufrido la falta de recursos, de materias primas, el pueblo reconoce su labor, pero también exige. Y si hay un organismo que requiere una transformación grande, es este, pero aquí hay inteligencia y capacidad para lograrlo.
En la clausura del intercambio, especial destaque hizo el Presidente al desarrollo de la acuicultura, una vertiente de grandes potencialidades que está siendo reimpulsada por el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, fortaleza que llamó aprovechar al máximo.
El Jefe de Estado orientó seguir potenciando las minindustrias; establecer encadenamientos productivos efectivos; promover las fuentes renovables de energía; estimular en el sector estatal y no estatal el aporte de materias primas e insumos para la industria alimentaria; y lograr un enfoque de reciclaje y economía circular, entre otras posibilidades.
«El reto es grande, ahora a trabajar en soluciones», señalaría Díaz-Canel al final de su intervención, cuando expresó la confianza que se tiene en los trabajadores de este sector. «Contamos con ustedes», sentenció.
«En la industria alimentaria, el reto…» Paradoja sin parangón: multiplicar los ejemplos que hay en una «industria alimentaria» la cual en la carrera por generar divisas se olvida desarrollar su obligación de alimentar o sustituir la divisa empleada en importar alimentos, de demostrar su capacidad y galardón de producir para sus consumidores nacionales y ofrecerle una auténtica soberania alimentaria; para que con producciones prácticas presten una ayuda sustancial que faciliten el programa de igualdad de género en ambientes hogareños, así como la posibiĺidad de crear productos precocidos con sentido práctico que habilite más tiempo libre a la pareja. Demostrar que la adicional posibilidad de disminuir carencias a otros mercados con una bien coronada exportación después de suficiente abastecimiento al consumo interno para hacer la proeza auténtica de llevar calida y marca más que probada por su propia población de origen a otros mercados. La pesca no tiene que demostrar su valor alimentario cercano a nuestras costas isleñas. Sin embargo, no por dejar de sumar esfuerzos en nuestro país la acuicultura, un sector de productos reiterativos para el cubano, de menos popularidad a las de nuestros mares; pero sin dudas es una vertiente de grandes potencialidades. Incluso como base de piensos; y fondos exportables que se han mencionado, entre ellos la angula, Gracias.