La carencia de combustible, de materias primas y los altos precios de los insumos esenciales son, ahora mismo, las principales preocupaciones de los trabajadores camagüeyanos, según lo aseguran quienes realizan el proceso de presentación y discusión de los planes y presupuestos, que se desarrolla hasta marzo.
Como cada año, durante los tres primeros meses, los trabajadores agramontinos se reúnen en asambleas de afiliados y de representantes para dar a conocer y discutir el plan de la economía y el presupuesto; para pensar qué hacer con lo que tienen y cómo lograrán cumplir los planes.
Y como es habitual se intenta que estos encuentros se alejen de la formalidad, de la mera exposición de números y se trastoquen en reales epicentros de debates productivos, sobre todo cuando la jugada está apretada.
Pero si aún no se desagregan los planes, no se cumplen los cronogramas y no todas cuentan con la presencia de algún representante de niveles superiores, ¿cómo serán realmente de efectivas estas reuniones?
En Camagüey, por ejemplo, el proceso marcha lento. De un plan a ejecutar hasta el mes de marzo de 3 mil 913 asambleas de afiliados, hasta el 31 de enero, solo se habían realizado 224, lo que representa casi el 6 %. Y las de representantes, de un plan de 225, se han concretado algo más del 9 %.
Si se sigue con ese ritmo hacia las semanas finales del proceso se hará el lógico atropello de reuniones formales que solo servirán para cumplir.
Claro, son muchos los factores que inciden en la reprogramación de los encuentros, pero con los años de experiencia en la presentación de los planes no debiera ser una constante la no desagregación de estos; no debiera ser que de 114 empresas de subordinación local y nacional con que cuenta la provincia solo 37 tengan sus planes.
En medio de carencias y dificultades económicas la morosidad es mala compañía. Y a inicios del mes de febrero las entidades de los sindicatos más afectados, como lo son los de Educación, la Ciencia y el Deporte, la Construcción, Agropecuarios y Comercio, debieran estar con las cartas sobre la mesa ideando soluciones.