No es un día cualquiera. Es 14 de enero, fecha de celebración para los trabajadores eléctricos cubanos y, además, es domingo, pero integrantes de varios colectivos no reparan en esas peculiaridades y continúan en sus puestos. Ellos conocen la alta responsabilidad contraída con la economía y con el pueblo en la sostenibilidad de este vital servicio.
Y se aferran a su labor y luchan porque nada de lo que les atañe falle. En la jornada no estuvieron solos, ni olvidados. Miembros de las direcciones administrativa y sindical, y una representación de trabajadores destacados del sector, encabezadas por Carlos Rafael Arias Sobrino, director general de la Empresa Eléctrica Las Tunas; y, Julio Reyes Oliva, secretario general del Buró Extraterritorial, llegaron hasta esos puestos claves portando felicitaciones y reconocimientos.
El periplo comenzó, de manera simultánea, por el obelisco que perpetúan en la memoria los valores revolucionarios de Antonio “Ñico López”, expedicionario del yate Granma y mártir del sector, y la tarja de un hecho relevante para este territorio del oriente de Cuba: la fundación de su primera planta eléctrica hace ya 111 años, y en ambos depositaron ofrendas florales y rememoraron la historia y el legado que los inspiran.
Las comisiones creadas, con similar composición, visitaron las subestaciones de 110 kV Tunas I y Tunas ll; y establecimientos de las unidades empresariales de base (UEB) Centro de Operaciones, Transporte, Abastecimientos y Servicios Generales, Despacho y Centro Integral de Atención al Cliente, y el Centro de Dirección que pertenece a la Dirección de Organización y Sistemas.
En sus puestos, la opinión
Laura Díaz Polanco es jefa de turno en el Centro de Atención al Cliente y la encontramos ejerciendo su importante misión frente a los cinco trabajadores que dirige, “para mí es un honor porque estoy prestándole servicios a la población, atendiendo sus llamadas y tomando sus reportes para canalizar las inquietudes o quejas y esos puede pasar –y pasa- los fines de semana, los días feriados… y aquí estamos nosotros para ayudar”.
En el equipo también está, Mireya Tamayo Arias y relata: “Desde que tenía 24 años trabajo aquí y ya son 37, casi una vida entera”, y no puede recordar, es lógico, cuántos domingos y días feriados ha estado con el teléfono o el audífono acudiendo solícita a cada llamada y me dice “¡ufff, unos cuantos!”, porque “trabajamos turnos alternos y no tenemos un día específico para descansar, ya sea domingo, y días de cumpleaños, los enamorados, las madres, los padres…Cuando nos toca aquí estamos”.
Y el joven Richard Oller Ricardo permanece inmerso en su responsabilidad como despachador de carga, en el despacho provincial del Sistema Electroenergético Nacional, “nuestra función aquí es monitorizar durante las 24 horas del día, en diferentes turnos, el correcto funcionamiento del Sistema Eléctrico a nivel nacional del cual formamos parte”, dice.
Oller Ricardo explica: “Se trata de, en tiempo real, controlar el estado de las cargas, las demandas, la cantidad de generación que hay todo en estrecha coordinación con el Despacho Nacional, que nos indica lo que podemos hacer en cuanto a operaciones de mayor magnitud y nosotros operamos en la provincia.
“Para los despachadores, agrega, no hay diferencias entre los días y lo hacemos con mucho entusiasmo. Nos gusta este trabajo que es de mucha responsabilidad, porque un error nuestro puede repercutir y dejar sin servicio a una enorme cantidad de clientes, por lo que requiere de mucha concentración, máxima dedicación.”
Julio Reyes Oliva, secretario general del Buró Extraterritorial del Sindicato de Energía y Minas en la empresa, reitera la felicitación a los trabajadores en especial a los que este día están operando, y recuerda que tuvieron una jornada de homenaje que culmina hoy, en la cual realizaron donaciones voluntarias de sangre, encuentros entre generaciones y entregaron reconocimientos a los más destacados, entre otras.
Todos motivados por darles una buena atención a los clientes, explicaciones sobre la difícil situación que está atravesando el país y para garantizar, en lo que les toca el buen funcionamiento del sistema eléctrico nacional y el bienestar del pueblo, y conscientes de que esta labor es hoy más importante que nunca.
Así permanecen los eléctricos imprescindibles: firmes, erguidos en sus puestos claves, y alimentando su ego y su entrega con las sabias de la historia y el trabajo en equipo, unidos frente a los desafíos de estos tiempos.