En el nuevo año una amenaza se mantiene y es la continuación de las investigaciones, por parte de los Estados Unidos, por desarrollar nuevas armas biológicas, lo que se lleva a cabo en laboratorios radicados en todos los continentes y con amplio respaldo financiero.
Un despacho periodístico de la agencia Prensa Latina, fechado el 23 de diciembre en Moscú, señala que “Rusia retendrá parte de la financiación del grupo impuesto por EE.UU. en la Organización para la prohibición de armas químicas (Opaq)”, según informó a la prensa la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova
“Retendremos una parte de la contribución que es asignada para financiar el grupo ilegítimo de investigación impuesto por Estados Unidos y sus satélites, que realiza actividades ilegales en favor de Occidente” enfatizó.
En marzo de este año, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, advirtió sobre las actividades biológicas de Estados Unidos en territorio ucraniano, según informó la agencia TASS.
“Existen pruebas irrefutables de las acciones biológicas a gran escala que llevó a cabo Washington en Ucrania, así como de la implicación de las élites estadounidenses en estos procesos”, precisó.
Países convertidos en campos de pruebas
Ya se denunciaron por las autoridades rusas registros de brotes infecciosos en las zonas de Ternópol, Odesa, Járkov y Nikoláyev cercano a los institutos donde se estudiaban patógenos como la fiebre hemorrágica, el cólera, la gripe porcina, la hepatitis A y el botulismo.
“No sólo Ucrania se convirtió en un campo de pruebas de armas biológicas, pues otras naciones como Georgia y Moldavia están en el punto de mira de Estados Unidos”, afirmó Pátrushev.
En el plano de las armas más letales contra la vida en su conjunto, las biológicas constituyen una de las más aterradoras han denunciado especialistas.
El potencial destructor de estas armas logró que organismos internacionales, entre ellos la ONU, establecieran mecanismos y convenios de regulación, para así evitar su uso y proliferación, pero no su prohibición y menos aún su producción.
El candidato presidencial estadounidense Robert F. Kennedy Jr. señaló que en el 2001 el Pentágono invirtió muchísimo dinero en tal sentido, sino que “tenemos laboratorios biológicos en Ucrania, porque estamos desarrollando armas biológicas”, dijo en una entrevista con el comentarista Tucker Carlson.
No solo las desarrolla, sino las usan contra “enemigos”
Bajo el pretexto de cuestiones relacionadas con la salud pública en el continente africano, el Pentágono lleva a cabo su propio proyecto de vigilar la situación biológica, recogida y exportación de muestras de agentes infecciosos y sus vectores. Se conoce que los militares estadounidenses tienen asignada la tarea de vigilar la situación biológica en Irak y Afganistán, países fronterizos con China, Turquía, Pakistán y Arabia Saudita.
La base de Fort Detrick es considerada el principal campamento de las actividades de investigación y desarrollo de armas biológicas, utilizadas posteriormente en naciones consideradas “enemigas” o como acciones de bandera falsa por parte de Washington.
En Latinoamérica la presencia de laboratorios biológicos, para la producción de patógenos ha sido denunciada permanentemente. Bio-laboratorios dirigidos y financiados por EE.UU. situados en países tales como: Brasil, Guatemala, Panamá. Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Haití y Guyana.
Su existencia pone en peligro la decisión soberana de la región declarada territorio libre de armas nucleares y de armas de destrucción masiva. Y que se hace extensivo, por tanto, a las armas biológicas.
En noviembre último Rusia presentó una propuesta para investigar actividades irregulares de laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania para el desarrollo de armas biológicas. Sin embargo, el proyecto no obtuvo el apoyo de nueve de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, por lo que fue rechazado.
La amenaza seguirá mientras no se tomen medidas radicales para eliminar las investigaciones y la producción de estas mortíferas armas.
Cinco días después de la denuncia, el 28 de diciembre, el Canciller ruso Serguéi Lavrov, y en respuesta al Secretario de Defensa de EE.UU., quien calificó a Rusia de enemigo, dijo “si es así, estamos preparados para cualquier desarrollo de eventos; varias veces trataron de conquistarnos, subordinarnos”.
Así estaban las tensiones a solo tres días del nuevo año.