Mientras los maestros y profesores preparan condiciones en los distintos niveles de enseñanza para el inicio del nuevo curso escolar, en varios talleres de la geografía nacional los obreros se empeñan en confeccionar buena parte de los materiales de estudio que utilizará el alumnado.
Liset González Kesser, directora de Producción y ventas de la Empresa de Periódicos (Soygraf) dijo que el plan de libretas este año es de 14 millones.
La empresa cuenta con tres unidades empresariales de base: en Villa Clara, Holguín y Las Tunas, que se encargan de la producción de libretas y cuadernos escolares, donde se labora intensamente para cumplir con los pedidos.
Villa Clara
La UEB Gráfica Enrique Núñez, de esta provincia, que imprime parte importante de la prensa del país en las noches, estableció una estrategia para desempeñar esta tarea.
Se decidió convocar a un grupo de jóvenes, con Heriberto David Hernández González como jefe de brigada. “La brigada funciona como un reloj, está bien afinada y marcha estable”, asegura.
Asumen la labor sorteando dificultades y buscan alternativas. “Tuvimos rota la máquina de libretas y la encuadernadora de libros también, hubo que poner en funcionamiento los equipos con nuestros propios esfuerzos”, explicó Osiel Santos Consuegra, jefe del departamento de producción y ventas de la UEB.
“Encolamos a mano, prescindimos del alzado mecánico y lo hemos hecho manual para poder adelantar, por suerte el ingenio de los innovadores logró encontrar la solución”, precisó.
En la máquina de libretas Juan Rigoberto Lujan, un operario de más de cinco años de experiencia, está atento al presillado de cada unidad que se produce porque es ahí donde está la mayor dificultad. “Se coge el golpe, se ha estabilizado la producción en cerca de 25 mil diarias”, aseveró este trabajador.
En la UEB villaclareña se garantizan para este curso escolar 130 mil unidades de cuadernos de preescolar, de relación espacial y de preescritura; y de escritura de primero y segundo grados, así como alrededor de 2 millones de libretas.
Holguín
La UEB Gráfica Holguín general José Miró Argenter está inmersa en esta labor. En medio de un proceso inversionista, cuyas acciones constructivas repercuten en la organización de sus procesos laborales, aun cuando no estaba previsto en sus planes productivos de este año.
Su director Carlos Alberto González Mulet, afirma que luego de producirse en el mes de junio 300 mil libretas de rayas, en el momento de redactar estas líneas el colectivo de 162 trabajadores estaba volcado en la elaboración de cuadernos de escritura para los alumnos de primer grado de la enseñanza primaria.
Señala que se han confeccionado y distribuido más de 52 mil de esos textos, y antes de que finalice el mes de agosto deberá ejecutarse la cifra necesaria para completar los 130 mil cuadernos planificados para todo el país.
El directivo del poligráfico holguinero subraya que estarán produciendo también “387 mil libretas cuadriculadas, que deben terminarse en el presente mes”.
Si bien esas cifras distan mucho de las cantidades fabricadas en años anteriores, lograrlas implica un esfuerzo para el colectivo teniendo en cuenta el complejo contexto económico cubano, que la institución tiene parte de su tecnología paralizada en espera de avances constructivos y cuenta con menor fuerza laboral.
El trabajo se desarrolla las 24 horas del día a través de dobles turnos, en los que se enfrentan con frecuentes roturas por la obsolescencia tecnológica, sin contar que también incide el necesario ahorro de electricidad, que obliga a paralizar las máquinas en el horario pico diurno. Sin embargo, a esa hora, sobre las doce del día, cuando reposa la tecnología, las mujeres y hombres del poligráfico holguinero continúan sus labores manuales.
Ello puede corroborarse en el taller de encuadernación y acabado, donde su jefa Niurka Chapman del Pino puntualiza: “Si hace falta trabajamos horas extras y fines de semana”.
Según Cobiellas Polanco, analista de producción y secretaria general del buró sindical, su colectivo tiene un alto sentido de pertenencia y les concede a estas misiones la máxima importancia, sin descuidar la impresión de la prensa local y nacional.
Las Tunas
Hace 34 años que Gisela Rodríguez Ávalo funge como jefa de una de las brigadas encargadas de la fabricación de libretas escolares en la UEB Gráfica Las Tunas.
Doce trabajadores organizados en dos grupos no escatiman ni tiempo ni esfuerzos. “Cada uno está integrado por seis compañeros y la mayoría tiene más de 20 años de experiencia en esta actividad, lo que permite garantizar productos con la calidad que exigen nuestros clientes, y enfrentar, también, los problemas que la tecnología nos impone”, argumenta.
El joven Michel Ramayo González, jefe de producción y ventas de la UEB, aclara que el plan acumulado hasta el 17 de agosto ascendía a 2 millones 561 mil 334 libretas y el real cifraba los 2 millones 253 mil 214, el 90 % del estimado, y señala como causas fundamentales déficits de la cartulina de producción nacional, ya resueltos, y algunas averías de la añeja máquina WILL ALPHA, traída de la extinta empresa Alfredo López, de La Habana. “Pero contamos con un grupo de innovadores y racionalizadores que han vencido las dificultades”.
Se empeñan en recuperar el atraso de unas 300 mil libretas y tienen el propósito de mantener los niveles actuales de producción de entre 15 mil y 18 mil diarias para cerrar septiembre con el cumplimiento del encargo hecho.
Desde esta fábrica atienden pedidos de las provincias de Pinar del Río, a la que ya han entregado más de 175 mil libretas; y, también, de Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y Granma.