Cargando...En la finca La Cachurra, en el municipio de Cárdenas, radica la dirección general de la única prestataria en Cuba de servicios especializados en Perforación y Reparación Capital de Pozos de Petróleo y Gas, nombre que justifica sus siglas.
Sostenida por los hombros de varias generaciones, la empresa Empercap se empeña en mantener la tradición petrolera de la provincia de Matanzas, el relevante motor económico de un territorio como este, peso pesado en la estructura productiva de la nación.
“Intentamos cautivar a quienes deseen emplearse aquí, para que pasen el período de prueba, se queden y lleguen a enamorarse de lo que hacen”, sostiene Yamarys Márquez González, especialista en Gestión de los Recursos Humanos.
Su oficina es la puerta de entrada, la primera conexión… “En ese proceso de conquista debemos intervenir todos, para evitar que se pierda la fuerza reclutada”, razona la sicóloga de profesión, una suerte de celestina en Empercap, empresa nacional desde el año 2003, cuando se derivó del condominio petrolero para ser independiente y extenderse por varios puntos de la geografía del país.
Para garantizar ese vínculo amoroso entre la organización y su gente, los guiños parecen llegar de todas partes. “Cada cual intenta hacer lo suyo. Desde el buró sindical nos encargamos de un montón de iniciativas vinculadas con la atención a los trabajadores y eso tiene su recompensa. Somos vanguardias nacionales en el Sindicato de Energía y Minas”, resume el secretario general, Didier Tassé.
Muchas historias, un solo amor
Sin nosotros no hubiera petróleo ni generación eléctrica ni corriente en los hogares ni pudieran funcionar industrias pesadas como las de Antillana de Acero o fábricas de cemento, ilustra un grupo de trabajadores para referirse a la importancia de Empercap.
La producción de crudo depende de que hagamos y mantengamos vitales los pozos…, insisten Yosvany Amador, Ernesto Alejandro De la Torre Ibáñez, Richel Reyes y Reynaldo Hernández, parte de la dotación del Service Rig 5, equipo de alta tecnología empleado para ejecutar operaciones de reparación de averías en pozos complejos.
Con 25 años, Ernesto Alejandro es el más joven de todos. Un trienio lleva como auxiliar de labores petroleras, un oficio que disfrutaría a plenitud si no le agobiaran, por ejemplo, asuntos pendientes en el albergue a cargo de Emserpet, la empresa de servicios integrales.
“El trabajo es muy duro, expuesto a riesgos, al efecto de los gases, en un régimen de 14 días de trabajo y 14 de descanso… Se han ido muchos de los que empezaron conmigo, pero yo sigo aquí, quiero superarme. Lo que hago me gusta”.
Como en todos los sectores de la economía, en Empercap también se sufren las consecuencias de la migración laboral. Hay fluctuación no obstante el salto salarial dado con el Decreto 53, hoy derogado por la 87, de la implementación de pagos por resultados a los directos a la producción y del beneficio de las utilidades, que cerró el año 2022 con un promedio de 33 mil 900 pesos por trabajador.
“No siempre la decisión de permanecer está determinada por los ingresos”, apunta Yamarys. Su experiencia en Recursos Humanos y como sicóloga la llevan a pensar que “la gente busca un equilibrio entre lo económico, lo emocional y lo espiritual. El reto está en lograr satisfacer esas necesidades superiores”.
En ese camino sigue siendo vital consolidar el sentido de pertenencia, señala el director técnico Ariel Darias Barreto. Para el ingeniero de 35 años es una suerte contar con veteranos de un sector que celebra del Día del Trabajador Petrolero el 1ro. de julio.
Solo junto con ellos es posible, confiesa, lograr la perforación y la reparación de los pozos, para que produzcan lo esperado. Eso lleva detrás una exhaustiva capacitación, con el saldo de una fuerza competente y culta en el uso de los medios de protección.
Bien lo sabe Lorenzo Castañer Montalvo, jefe de Operaciones de la División de Intervención Centro, un hombre fundamental en el pasado y presente de un sector al que llegó en 1985. “¿Qué me enamoró de aquí? Lo mismo de ahora. Yo aprendo siempre que me llaman hasta de madrugada para resolver lo que sea en esta área…”.
Castañer no es el único encariñado. En el Facebook de esta empresa nacional hay retratos de hombres y mujeres con 20, 25, 30, 40 años y más en una esfera que cada 1 de Julio conmemora el Día del Trabajador Petrolero. Ese amor profesado por su gente, lo aseguran en Matanzas, es la energía de Empercap. Su oro azul.
