La Central de Trabajadores de Cuba y sus sindicatos nacionales convocaron a la tradicional celebración del Primero de Mayo, Día del Proletariado Mundial, y lo hicieron en nombre de la nación, urgida del esfuerzo de todos sus hijos para edificar la sociedad a la que aspiramos la inmensa mayoría de los cubanos.
A la Patria, manos y corazón es el lema central de un llamado que trasciende la consigna y declara los escenarios principales de la batalla que libra el país en numerosos frentes vinculados con la producción de alimentos y la impostergable recuperación económica.
Así lo han interpretado en Las Tunas, donde el movimiento sindical, sus afiliados y los trabajadores en general despliegan iniciativas que denotan el compromiso de seguir desafiando carencias materiales y campañas mediáticas que intentan fragmentar la unidad.
Donaciones voluntarias de sangre, bicicletas, encuentros culinarios, jornadas de trabajo voluntario en campos y ciudades, labores de embellecimiento engalanan centros laborales y la entrega de distinciones y reconocimientos de manera individual y colectiva, entre otras actividades distinguen el preámbulo de la celebración.
Fotos tomadas de las redes sociales ilustran el júbilo colectivo y son el mejor testimonio de que con fuerza de tsunami derrumbaremos los muros que nos separan de la prosperidad anhelada. Cuba vive y trabaja.