A Leonardo Valdés Ferrer lo descubrimos en medio del Sitio-Museo Acción contra el Tren Blindado, en Santa Clara, un lugar donde la historia se respira por doquier y el olor de la victoria lograda por las tropas encabezadas por el Comandante Ernesto Che Guevara aún se siente.
Desde diciembre del pasado año, Leonardo dirige esta institución que es leyenda entre los cubanos. No puede negarlo, se siente feliz con esa misión, a la vez que sabe de la gran responsabilidad que ha contraído con su pueblo.
“Siempre digo, que, si en Santa Clara hubiera que poner una puerta simbólica, sería en este lugar: por aquí entraron los pobladores de la villa de San Juan de los Remedios que fundaron la ciudad y precisamente, por esta zona, se abrieron las puertas de la libertad de Cuba, al ser descarrilado el tren blindado”, asevera.
Ya Leonardo ha desandado caminos desde el punto de vista laboral, pero ahora se siente más cerca de sus raíces. Cuando habla de historia, lo hace con una pasión que conmueve. Afirma que en eso mucho tuvieron que ver sus abuelos paternos, Josefa y Cristóbal, quienes ejercieron gran influencia en él.
“Aunque dormía en casa de mis padres, pasaba cada día por la de los abuelos, donde yo tenía mi cama, el cuarto lleno de libros e instrumentos musicales: batería, guitarra, hasta un tres. Aprendí a tocarlos, pero ya he perdido la habilidad. La vida me llevó por otros caminos”, comenta sonriente.
Nació en El Santo, municipio de Encrucijada, en Villa Clara. “Me encanta mi pueblo, tuve una infancia feliz, pese a las limitaciones económicas de aquellos primeros años”, afirma.
Recuerda que su familia siempre fue revolucionaria, y el paradigma era el tío Crescencio Valdés Ruiz, quien, desde la clandestinidad, se vincula a la lucha contra el tirano Fulgencio Batista, y luego del triunfo de la Revolución, se destaca en la organización de las Milicias Nacionales Revolucionarias.
“Fue él uno de los mártires de Playa Girón. Cayó herido de muerte en la carretera del Central Australia el 18 de abril de 1961. Expresaban los abuelos que me parecía mucho a él, en la forma de comportarme y también por lo estudioso. Ellos se encargaron de mi educación. Pude conocer de cerca la corta e intensa vida de mi tío. La escuela donde cursé la enseñanza primara lleva su nombre.
“Yo acompañaba a mis abuelos a los actos y lugares históricos. Y eso contribuyó a mi formación patriótica, a tener cultura, tratar a todas las personas con mucho respeto, a ser solidario y caballeroso con las mujeres”, rememora.
Dice que hay muchos héroes y mártires de la Patria a los que admira, “pero existen figuras que son sublimes. Ese es el caso de Carlos Manuel de Céspedes. Vivo fascinado por su historia de vida: no se puede reducir solamente a que era abogado; tenía mucha cultura, escribía poesía, dominaba otros idiomas, y fue capaz de despojarse de todos sus bienes por la independencia de la Patria. He tratado de adquirir y leer casi todos los libros que se han publicado sobre él”, acota.
Mantener la tradición
Licenciado en el Instituto Superior del Ministerio del Interior (ISMI) Eliseo Reyes Rodríguez, en 1992; y en Licenciatura en Derecho en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, en 1997, Leonardo laboró en el Minint hasta el 2018, año en que se jubiló y pasó a trabajar en la dirección de cultura del territorio villaclareño.
Siempre ha estado vinculado a los temas culturales. Su obra, Alza la voz, obtuvo el premio del Concurso de Décima Escrita Ramón Roa Garí, auspiciado por el museo de igual nombre y la Casa de la Cultura Celia Sánchez Manduley, del municipio Cifuentes en territorio villaclareño.
También tiene varios proyectos de libros, y entre éstos destaca Bajo una lluvia de fuego, dedicado a su tío, Crescencio Valdés Ruiz, del que es su biógrafo.
“Primero me desempeñé como museólogo en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara y posteriormente pasé al Museo Provincial de Villa Clara. En diciembre de 2022 fui designado director del Sitio-Museo Acción contra el Tren Blindado, en Santa Clara. Estoy enamorado de este espacio, por lo que significa”, añade.
El centro, según expresa es un monumento de carácter histórico, visitado por turistas nacionales y extranjeros. Simboliza la toma de la ciudad de Santa Clara a manos del Comandante Ernesto Che Guevara. “De haberse cumplido el plan del tirano, este tren hubiera proporcionado las armas necesarias a los esbirros para continuar la lucha. Por eso, esta batalla fue decisiva para el triunfo de la revolución cubana”.
Abierto originalmente al público en 1974, fue en julio de 1986 cuando recibió la nueva concepción artística por parte del desaparecido escultor José Delarra, quien fue capaz de reflejar la osadía del Che y sus combatientes.
En los diferentes vagones se exponen disimiles objetos entre los que se encuentran el plato de campaña de Ramón Pardo Guerra, un uniforme militar, orientaciones emitidas a la población de Santa Clara por el Movimiento 26 de Julio y botellas usadas en la confección de cócteles molotov.
Leonardo y el equipo que dirige tienen la meta de mantener la tradición y renovarla para que este siga siendo un sitio especial que irradie su quehacer hacia la comunidad, que conquiste las escuelas y otros rincones de la ciudad, de manera que la historia siga viva más allá de los años.
Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.