“Encantado de que estés nuevamente en Cuba”, dijo —con la calidez que se recibe a los amigos— el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al dar la bienvenida, en la tarde de este lunes, en el Palacio de la Revolución, al diputado al Parlamento Europeo, Massimiliano Smeriglio.
Es esta la segunda visita que, desde finales del pasado año, realiza el eurodiputado a la Mayor de las Antillas, esta vez llegó con motivo de la presentación de su libro “Se bruciasse la città” (Se quema la ciudad). Ese suceso tuvo lugar en el contexto de la recién concluida Feria Internacional del Libro de La Habana, en una de las salas de la sede principal del evento la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, considerada por Massimiliano Smeriglio como “un lugar excepcional”.
“Es una experiencia única, increíble, la presencia de los jóvenes allí”, expresó al visitante, quien consideró lo visto en La Cabaña como “una fiesta, una fiesta del libro”.
Compartió entonces sus vivencias sobre acontecimientos de este tipo en Europa donde, aseguró, “nosotros no estamos habituados a ver tantos jóvenes con los libros en las manos. Es una fuerte impresión, muy positiva”.
Como un detalle muy significativo valoró el recorrido que hace la Feria por todo el país. “Para nosotros, en Europa, el libro es un objeto de élite, y ver tanto pueblo con libros, sobre todo a los jóvenes, es una cosa que nos abre el corazón”, refirió al mandatario cubano durante el amistoso diálogo.
El Presidente Díaz-Canel, por su parte, explicó al eurodiputado que todo lo que hoy se hace en ese sentido tiene sus antecedentes en la visión de Fidel, pues en el primer año de la Revolución se creó la imprenta nacional, al frente de la cual estuvo Alejo Carpentier, un gran novelista cubano, un hombre con una cultura general amplísima, padre fundador de lo real maravilloso. El primer libro que se editó entonces, recordó el dignatario, fue el Quijote, del que se hizo una tirada sumamente amplia.
No le decimos al pueblo cree, sino lee, había dicho el Comandante en Jefe, recordó Díaz-Canel.
Comentó el Presidente cubano que producto de la compleja situación económica del país “ha sido menor la capacidad para editar y publicar libros, incluso tenemos atraso, pues hay libros en galera hace más de tres años que no hemos podido publicar”. Antes en la Feria —acotó— los títulos nuevos eran más de doscientos, pero en estos tres años por lo menos quisimos mantener y hemos mantenido el desarrollo de la Feria Internacional del Libro, que tiene siempre un elevado nivel de convocatoria entre diferentes países.
Es un evento, aseguró, que ha ido creciendo y se ha ido consolidando desde su inicio en el contexto de la Batalla de Ideas. “La gente lo espera”, comentó.
Ambos interlocutores compartieron sus criterios sobre la importancia de potenciar la educación basada en el uso de los libros y la lectura y que ellos se conviertan en referentes para el estudio y la superación de los jóvenes.
Finalmente, el diputado al Parlamento Europeo refirió a Díaz-Canel detalles sobre su encuentro, más temprano en la tarde, con el presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto, con quien dialogó acerca de la importancia de la unidad cultural de Latinoamérica.
En el intercambio con Massimiliano Smeriglio, quien ha llevado a cabo una intensa labor en apoyo a la lucha contra el bloqueo que el Gobierno de los Estados Unidos impone a la Isla, el Presidente cubano estuvo acompañado por Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y Yolanda Ferrer Gómez, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento. (Tomado de presidencia.gob.cu)