Cargando...El 23 de septiembre del 1932 el mundo fue testigo del nacimiento de un Estado en medio del desierto de la Península Arábiga. El suceso estuvo liderado por el rey fundador Abdul Aziz, quien consiguió recuperar la ciudad de Riad en 1902 y condujo por tres décadas el proceso unificador de la nación.
Desde entonces, el desierto devino en faro de ciencia y civilización. El Reino ha sido testigo de un gran renacimiento en todos los campos y de grandes hitos que lo han llevado a colocarse entre las 20 economías más grandes del mundo, aseguró Faisal bin Falah Al Harbi, embajador de la nación árabe en Cuba, durante la celebración del Día Nacional del Reino de Arabia Saudita, que tuvo lugar en el salón 1930 del hotel Nacional.
Los planes de hoy constituyen la base del futuro, y en ese contexto el Reino de Arabia Saudita estableció la Visión 2030 que desarrolla tres ejes principales: crear una sociedad pujante, una economía próspera y una nación emprendedora.
Desde el lanzamiento de la Visión del Reino 2030, en el 2016, el país ha comenzado a moverse hacia nuevos horizontes basado en sus fortalezas, en su privilegiada ubicación estratégica, en una economía fuerte y sólida y en sus profundas raíces árabes e islámicas, aseguró el diplomático.
Arabia Saudita, reino Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas (Meca y Medina), considera a la República de Cuba como “uno de sus socios más destacados. Este país amigo goza de gran credibilidad y lealtad, al igual que el noble pueblo cubano”, dijo y reiteró que su nación secunda a Cuba en “todas sus causas justas, la primera de las cuales es el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que se le impone”.
“Ambos países se apoyan mutuamente en los foros internacionales y contribuyen de manera efectiva a mantener principios comunes en la comunidad internacional, a lograr la seguridad y la estabilidad internacionales, a respetar las leyes y normas internacionales, a respetar la soberanía de los Estados, la no injerencia en los asuntos internos de otros y a rechazar los dobles raseros”, sostuvo el diplomático saudí en el discurso ofrecido ante Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas; Elio Rodríguez Perdomo, viceministro de Relaciones Exteriores; funcionarios del Gobierno; así como otros embajadores y miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Mayor de las Antillas que estuvieron presente en la celebración.
“Las relaciones bilaterales entre el Reino de Arabia Saudita y Cuba se basan en una historia de más de 65 años, afirmó Faisal bin Falah Al Harbi. Desde entonces, han ido creciendo a un ritmo sólido. Durante la última década, fueron testigo de un crecimiento constante en una serie de campos, intercambio de visitas entre funcionarios de los dos países. Además, la cooperación en nuevas áreas ha sido exitosa en beneficio de ambos pueblos amigos, entre las que destaca la cooperación en la esfera de la salud, donde los médicos cubanos demostraron su competencia científica y práctica y, sobre todo, su amor al Reino. Los médicos cubanos tratan a nuestros pacientes con amor más que con medicina.
“La cooperación existente entre el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y el Fondo Saudita para el Desarrollo también ha resultado en la realización de una serie de proyectos importantes que han beneficiado al amigo pueblo cubano”, concluyó.
