Reconocimiento de la CTC a  combatientes de Girón (+Fotos)

Próxima a conmemorarse la victoria de Playa Girón, la Central de Trabajadores de Cuba convocó un emotivo encuentro con la historia que contó con la participación de un panel integrado por tres participantes en la hazaña: Víctor Emilio Dreke Cruz, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en la capital, Alberto Campos Abreu y Jorge Ortega Delgado.

 

 

En la cita, que tuvo lugar en el Centro Cultural Palacio de los Torcedores, estuvieron presentes Consuelo Baeza Martín, miembro del secretariado nacional de la CTC y César Alba García, jefe de secretaría del trabajo patriótico de la dirección nacional de la ACRC.

 

 

Las tensiones vividas en aquellos días fueron revividas a través de un documental que mostró escenas de los combates y en primera línea, como siempre estuvo en los momentos de mayor peligro, el Comandante en Jefe.

De procedencia obrera y familia muy humilde, Jorge Ortega Delgado tenía 15 años al triunfo de la Revolución y cuando se fundaron las Milicias Nacionales Revolucionarias en el sector donde laboraba, la salud pública, ingresó decidido en sus filas.

 

 

En octubre de 1960 se encontraba en Atarés en el momento de la visita de Fidel, quien convocó a los milicianos a integrar las Fuerzas Armadas Revolucionarias. A los menores de 20 años los invitó a integrar la artillería antiaérea y así Jorge se convirtió en artillero. El 15 de abril les correspondía salir de pase pero ello no fue posible, se dio la alarma de combate y al día siguiente se emocionó al escuchar por la radio el discurso del Comandante en Jefe donde proclamaba el carácter socialista de la Revolución.

Las horas transcurrieron vertiginosamente, pronto se vio en el Central Australia y junto con sus compañeros se sintió crecer al ver al líder de la Revolución allí, en el escenario de los combates. El amanecer del día 18 fue su bautismo de fuego, apoyando a las tropas de la Policía Nacional Revolucionaria. El 19 cuando se encontraban en Punta perdiz apareció un avión mercenario que no sospechaba de la presencia de la artillería tan cerca, le hicieron fuego y el aparato cayó al mar. En la tarde ya estaban en Playa Girón. Permanecieron allí hasta el día 21 en que su batería se emplazó en Puentes Grandes.

“Me siento muy orgulloso de la actitud de todas las fuerzas que intervinieron en las acciones”, expresó al público presente en la charla.

 

 

Por su parte, Alberto contaba solo con 14 años cuando se produjo la victoria revolucionaria de 1959. Era trabajador del comercio. Destacó que los sindicatos en la capital participaron activamente en la organización de las milicias, tanto en los entrenamientos como las guardias que realizaban en coordinación con la Policía Nacional Revolucionaria.

“Jorge fue del primer curso y yo fui del segundo de artillería antiaérea”, precisó. Llegó al escenario de los combates, desde la base Granma,  como chofer de una pieza de artillería. Siendo como era un muchacho de 16 años le impresionó ver a Fidel en el Central Australia, “eso nos dio una tremenda seguridad, era como tener al padre de uno al lado tuyo”.

Vivió momentos muy duros como fue la muerte de su compañero de batería Rolando Valdivia Fernández, que perdió la vida el 19 de abril por ataque de morteros. Iba a cumplir 16 años el 30 de mayo.  A su alrededor cayeron otros malheridos que no obstante lograron sobrevivir.

Le ocurrió algo curioso: un combatiente que llegó herido al lugar donde él vivía dijo que lo habían matado y el comentario llegó a oídos de la madre de Alberto. Ella se lanzó a buscarlo en los distintos emplazamientos pero no lo pudo localizar entonces fue a la base Granma donde  le dijeron que no estaba en el listado de los fallecidos. Le preguntaron de qué batería era y  ante su respuesta le indicaron que esa estaba en la base de Baracoa. Hasta allí fueron padre y madre quienesse asustaron cuando escucharon un cañonazo de práctica y pensaron en un ataque que ese iba a producir, pero al ver al hijo se tranquilizaron. “No nos dieron pase hasta un tiempo después porque persistía la amenaza”, aclara Alberto.

Dreke comentó que había nacido nada menos que un 10 de marzo y el golpe de Estado de Fulgencio Batista coincidió con su 15 cumpleaños. “Mi familia, explicó, estaba acostumbrada a que me metiera en líos  y que la policía me persiguiera”.

 

 

A diferencia de sus compañeros del panel, su trayectoria comenzó mucho antes del triunfo revolucionario, aunque también a los 15, cuando repudió el zarpazo. En un recuento rápido de sus antecedentes revolucionarios señaló que se sumó al  Movimiento Juvenil de la federación Regional obrera Número 3 en su natal Sagua. Fue presidente de la Asociación de Estudiantes en su escuela secundaria. Como miembro del Movimiento 26 de Julio integró una célula de acción y sabotaje en Sagua y se convirtió en combatiente dela guerra de liberación que terminó con los grados de capitán del Ejército Rebelde.

¿Qué cómo fue su participación en Girón? Pues explicó que  el 17  de abril debía partir para el Ejército Oriental, sin embargo cuando llegó a Santa Clara se enteró que el enemigo había desembarcado en Girón y se fue  allá “por la libre”. Estuvo al frente de dos compañías del batallón 117 y el día 19 cayó en una emboscada y fue herido.

“Antes del triunfo de la Revolución me preguntaban por qué era revolucionario y yo respondía: por ser joven, pobre y negro. Ahora, a los 85 años sigo siendo revolucionario y se lo debo en gran medida a los que dieron sus vidas en los días de Girón”, expresó con vehemencia Dreke.

 

 

La velada concluyó con la entrega a los tres combatientes de diplomas de reconocimiento a nombre del secretariado nacional de la CTC.

 

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