Ley sobre soberanía y seguridad alimentarias en Cuba: ¿por qué es necesaria?

Ley sobre soberanía y seguridad alimentarias en Cuba: ¿por qué es necesaria?

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (5 puntos, 1 votos)
Cargando...

Entre las nuevas legislaciones que en abril debe aprobar la Asamblea Nacional del Poder Popular figura la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional en Cuba (Ley SSAN), la cual servirá de sustento jurídico del plan estratégico con que cuenta el país en esta materia.

Foto: ACN

En la redacción de su anteproyecto participaron 22 organismos encabezados por el Ministerio de la Agricultura, 12 organizaciones superiores de dirección empresarial, 11 organizaciones de la sociedad civil, académicos, instituciones científicas, universidades y productores, y en los últimos meses el texto ha sido enriquecido en consultas y escenarios diversos en presencia de diputados.

Lo primero que nos debe quedar claro es entender la soberanía alimentaria como la capacidad de la nación para producir alimentos de forma sostenible y dar acceso a toda la población a una alimentación suficiente, diversa, balanceada, nutritiva, inocua y saludable, reduciendo la dependencia de medios e insumos externos, con respecto a la diversidad cultural y responsabilidad ambiental.

En medio de una coyuntura bien compleja en la cual convergen el impacto de la COVID-19, del recrudecido bloqueo estadounidense, de la desmedida inflación mundial y en el país, las insuficiencias internas, la escasez de bienes y servicios y un 2021 considerado como el peor año del último decenio de la agricultura cubana, a muchos les puede resultar difícil comprender la esencia e importancia de la futura Ley SSAN.

Realmente, una estrategia de comunicación y cultura alrededor de este asunto está en marcha, quizás no aun con toda la intensidad e intencionalidad necesarias, pero abarca seminarios, talleres, mayor presencia del asunto en los medios informativos, debates e intercambios con productores, especialistas, funcionarios, en las escuelas y con la población.

A fin de cuentas, además de objeto debemos convertirnos en sujeto, dejar de ser pasivos consumidores de todo cuanto se haga con vistas a fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional la cual, reiteramos, contempla el derecho de toda persona de contar con una alimentación sana.

La sustitución de importaciones y el desarrollo de los recursos endógenos de los territorios constituyen ejes estratégicos del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (SAN), cuya implementación es prioridad.

Por eso en cuanto se apruebe el marco legislativo que permita su instrumentación, a ambos mecanismos hay que ponerle acción a la vez que se continúan buscando alternativas dirigidas a, en un corto plazo, producir más viandas, hortalizas, granos, frutales y cárnicos en Cuba.

La propuesta de ley regula la organización de los sistemas alimentarios locales soberanos y sostenibles que articulan la producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos, y pauta un sistema de educación nacional relativo a las buenas prácticas alimentarias.

Incluso, el texto establece las responsabilidades en ese ámbito de los sistemas de salud, educación, cultura y comunicación social.

En sus recientes encuentros con representantes de diversos sectores y territorios, el educador popular brasileño Frei Betto argumentó cómo fomentando desde edades tempranas, en las escuelas, en el hogar y en la comunidad una cultura de buenos hábitos nutricionales se puede contribuir a reducir las importaciones de alimentos en Cuba, que cada año ameritan una inversión de más de dos mil millones de dólares.

El también Asesor del gobierno cubano para el diseño e implementación del Plan SAN destacó la necesidad de crear conciencia alrededor de este asunto, por su impacto, además, en la prevención de enfermedades.

Consideró que en el consumo de los alimentos existe desconocimiento y falta de sanos modales y hábitos, y aún muchos no valoran cuánto sacrificio, gastos de recursos y esfuerzos hay detrás de la cadena productiva.

(Tomado de ACN)

Compartir...

3 comentarios en Ley sobre soberanía y seguridad alimentarias en Cuba: ¿por qué es necesaria?

  1. ¿y dónde queda la cuestión de la alimentación al trabajador durante la jornada laboral? Se necesita definir explícitamente la obligación de la persona contratante, ya sea natural o jurídica: de garantizar la reposición de energías al trabajador durante la jornada laboral. Hoy el Código del trabajo sólo garantiza la pausa para el descanso, merienda o almuerzo, pero las administraciones públicas y empresariales se niegan o son remisas a reconocer su pago como parte de los gastos inherentes al proceso productivo o de servicio. La cuestión de dietas y comedores obreros, dónde todavía sobreviven; muestra cuantías irrisorias y casi ofensivas comparadas con los precios de los alimentos en la situacion de crisis e inflación que se sufre. Se necesita una atención urgente del tema. Varios países como México, tienen una legislación que protege y regula esas obligaciones para con el ciudadano trabajador.

  2. «Ley de Soberanía Alimentaria y Nutricional en Cuba (Ley SSAN)».

    Es muy bueno el espiritu de la Ley; pero que no le quepa dudas a nadie, «lo primero», como también se dice, es conseguir tener los alimentos mientras se avanza en el cumplimiento de una distribución racional y justa.
    En el marco de aprender consumos más balanceados del valor nutritivo de los productos que realmente logremos llevar al consumidor, como nos recomienda el cro Frei Betto, debemos enseñar a nuestras «pymes» y empresas creadas en el campo alimentario que su principal objetivo no es exportar sino ese, garantizar la alimentación con calidad nutritiva suficiente para el pueblo a quien deben su lealtad de constitución. A partir de aquí, de alcanzar esta plena soberania a que aspira el mercado nacional es plausible que estas empresas añadan todos los demás aportes excedentes, tanta cantidad como puedan emplazar en el mercado internacional.
    Gracias.

  3. «Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional en Cuba (Ley SSAN)».

    Es muy bueno el espiritu de la Ley; pero no le quepa dudas a nadie, «lo primero», como se dice, es conseguir tener los alimentos; y luego lo más mediato evitar que se piense a priori en la fuga de los mismos por parte de aquellos quienes se erige en pyme para resolver lo primero. Al menos hasta que cubramos racionalmente las imperiosas necesidades internas.

    Gracias

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu