La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), afamada por dedicarse a subvertir el orden y derrocar gobiernos no bien vistos por la Casa Blanca, al parecer planea una nueva ofensiva a gran escala en África con el propósito de controlar ese continente, muy disputado en la actual guerra geopolítica mundial.
Es bien conocido y ha sido denunciado en innumerables ocasiones que esa entidad es un instrumento que opera bajo el paragua de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y se disfraza de “abuelita” para esconder su verdadero rostro de lobo feroz.
Las cifras millonarias de dinero con las cuales trabaja son de la CIA y el Pentágono, y tales recursos monetarios los emplea para “socorrer” a naciones del llamado tercer mundo dependientes de ayudas del exterior, y cuyas economías están severamente dañadas, hoy más que nunca, por los estragos causados por la pandemia de la Covid-19, y los efectos de graves conflictos como el de Ucrania y Rusia.
La referida organización, publicitada además como “humanitaria”, entrega donaciones condicionadas a posiciones y conductas de los países receptores en favor de los intereses de EEUU, y en nombre de la “Democracia Made in USA” engaña a no muy pocos que caen en su trampa.
Es también “ilustre” por corromper a políticos y gobernantes, prometer mucho, y dar poco, a cambio de tener el derecho a inmiscuirse en los asuntos internos de las naciones que supuestamente ayuda.
América Latina sabe muy bien de la actuación de ese “pulpo venenoso” que comenzó a extender sus tentáculos a principios de este siglo por la Patria Grande para recuperar a la que siempre Washington ha llamado su patio trasero, y utilizó como laboratorio de sus operaciones a la más que devastada y pobre Haití.
Los asesores de la CIA y del Pentágono del presidente Joe Biden parecen pretender hacer lo mismo con una nueva ofensiva a gran escala en África, y han optado por designar embajadores declarados abiertamente de la USAID en varios países, con el objetivo de variar la correlación de fuerzas en una región que ahora es considerada del futuro.
Los gobiernos y pueblos africanos deben permanecer atentos a las pretensiones de EEUU en ese continente, al que siempre han discriminado y expoliado, pero en donde ahora quieren ganar terreno para desplazar, al precio que sea necesario, a una China muy potente.
Impedir la estabilidad y la buena vecindad, alentando discrepancias, conflictos internos y subregionales, son algunos de los métodos aplicados por la USAID para desunir, y aprovecharse de ello en beneficio de sus intereses hegemónicos.
Un ejemplo reciente de ello fue el voto disgregado de las naciones africanas en la Asamblea General de Naciones Unidas ante una Resolución contra Rusia orquestada por Washington, lo que muy pocas veces, para no decir nunca, había ocurrido en la sede de Nueva York de esa entidad internacional.
¡Mucho cuidado África!
Así mismo. Ya en América Latina hay unnvirsje del neoliberalismo a la izquierda redurgente y protestante.
EUA aprovechará el problema pandemico y la coyuntura sanitaria para ingresar a África con «AYUDA SANITARIA» y encontrar allí sus nuevos socios lacayos como era Brasil, Chile, Argentina, su nueva Colombia, Bolivia, Perú…