Un importante proceso de balance del Partido Comunista de Cuba a nivel distrital y municipal se inició el viernes por el municipio capitalino del Cotorro y se extendió a una veintena de territorios del país durante el fin de semana, con el objetivo de dar continuidad al 8vo. Congreso del Partido y evaluar, en cada lugar, cuánto se ha hecho en la concreción de las ideas, conceptos y directrices derivados de la cita partidista celebrada en abril de este año.
El papel y la responsabilidad de la militancia comunista en la batalla económica, la actividad ideológica, y a la vez, hacer una revisión interna del funcionamiento de la organización para seguir impulsando nuevas formas de participación y transformación en todos los ámbitos de la sociedad han centrado la atención de los debates en los encuentros realizados hasta el momento.
En la primera reunión, efectuada en el Cotorro, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó que el Concepto de Revolución de nuestro Líder histórico, Fidel Castro Ruz, llama a cambiar todo lo que debe ser cambiado, pero sin ceder en principios, e insistió en la importancia de transformar las formas de participación popular, potenciar ese concepto de poder popular que es paradigma de la construcción política de la Revolución.
Díaz-Canel enfatizó también en que se estimule la decisión colectiva de los presupuestos, porque son los trabajadores, el pueblo en general, los beneficiarios de esos presupuestos y ante ellos hay que rendir cuentas, que se sientan cada vez más partícipes y contribuyan con el control en cada lugar.
“Hay que decirle a la gente en qué se emplea cada cosa que se prevé en el presupuesto y después decirle como se está cumpliendo eso. No puede haber una Asamblea donde eso no se discuta y la población pueda opinar, que los delegados estén en esos encuentros y llegue a cada persona, pero también que se recojan opiniones en los núcleos, potenciando el trabajo del Partido con las instituciones y comunidades”, aseguró.
Señaló que eso también es transparencia, que la Revolución no tiene nada que esconder y la población, participando, debe ayudar a controlar más, pues es el control popular el más efectivo para combatir fenómenos como la corrupción, las ilegalidades y que esa participación provoque nuevos sistemas de trabajo, variantes, medidas para potenciar lo aprobado, siempre en colectivo.
En diálogo con delegados e invitados a estas reuniones, entre los que se encuentran dirigentes de base del Partido, del gobierno y de organizaciones políticas y de masas, pero también empresarios, productores agrícolas, trabajadores de todos los sectores, Díaz-Canel indicó reevaluar constantemente el conjunto de empresas que van a definir el desarrollo local y su incidencia en el país, la generación de ingresos y el aporte a la contribución social, así como las “tierras ociosas que mucho pueden aportar, solo hay que intencionarlo y reorganizar a los trabajadores, retomar el sistema de autoconsumo, motivar…”.
A su vez, Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros, llamó a que las organizaciones de base del Partido —los núcleos— se parezcan al lugar donde actúan, a su radio de acción y analicen las preocupaciones reales de militantes y no militantes.
Informó, además, que a partir de estos encuentros se desarrollarán dos procesos muy importantes: uno con todos los militantes por sectores para dar a conocer los temas y acuerdos debatidos, y por otro lado, se discutirá con el sector empresarial las cosas que en cada lugar se hacen, las que se pueden transformar desde el Partido, y otros temas como la política de cuadros, la atención a los jóvenes, porque en gran medida depende de los cuadros, de la capacidad de gestión, de cómo hacen ciencia, de su papel de líderes, cómo movilizan, y los resultados que se alcancen.