A sus 84 años de edad, Félix Serrano brinda aún su sabiduría en el taller de pailería de la Unidad Empresarial de Base Habana, perteneciente a ZETI
Félix Serrano Gómez es un hombre sabio. No fue a la universidad ni cursó muchos estudios, asegura, pero ha sido la vida la que lo ha obligado a cultivar sus saberes. De complexión delgada y estatura baja, anda y desanda con agilidad el taller de pailería de la Unidad Empresarial de Base Habana, perteneciente a ZETI (Empresa de Servicios Técnicos Industriales), del Grupo empresarial AZCUBA.
A simple vista, nadie puede imaginar que tiene 84 años. “Me siento bien, y trabajando, mejor”, me dice, cuando me asombro de que a estas alturas aún esté metido en el quehacer de tablillas para los centrales azucareros del país. “¿Cómo puede, ese oficio no es fácil?”, lo interrogo. Con voz baja, expresa que, a su edad, la experiencia cuenta.
“Me jubilé hace años, pero un día me fueron a buscar porque le hacía falta personal con experiencia y nunca más me he ido…”, afirma este mecánico ensamblador, toda una institución en la entidad.
Según cuenta, nació en Guane, en la provincia de Pinar del Río el 21 de febrero de 1937, y hubiera podido dedicarse al cultivo del tabaco, tan popular en su tierra, pero lo conquistó este oficio, el cual aprendió gracias a un pariente, natural de España, de nombre Leocadio Campos. “Me adiestró en la mecánica y la soldadura”, alega.
La construcción del puente sobre el puente del río Cuyaguateje, considerado en su tiempo uno de los mayores del mundo, le abrió la oportunidad de empleo. “Ahí estuve como soldador, fue entre los años 1955 y 1956. Cuando concluyó la obra, el ingeniero jefe me propuso venir para La Habana. Me animó, yo estaba muy joven y alegó que en la capital tendría futuro.
“Así que lo seguí y vine para los talleres ubicados en el Wajay, donde me cogió el triunfo de la Revolución. A partir de entonces, estuve en muchas tareas, integré una brigada que lo mismo iba a Guantánamo que para Camagüey, donde hiciera falta; estuve construyendo secadores de arroz y hasta grúas para el puerto de La Habana. En 1977 comencé en estos talleres vinculados a la fabricación y reparación de piezas para los centrales.
“Aquí en el taller trabajo en la cizalla, en general hago de todo, si se rompe algo, lo arreglo. Muchas veces, invento las piezas porque escasean”, subraya frente a la pila de tablillas de acero fabricadas por él y sus compañeros. Ante la observación de que hay pocos jóvenes, refiere que ha preparado unos cuantos, pero no se quedan. “Nos pagaban muy poco, ahora un poquito más, 2 mil 900.
“En este lugar está mi historia. He tenido muchos compañeros, algunos se han ido de aquí, a buscar ofertas más tentadoras, otros han muerto… mi familia me dice que me acabe de jubilar, pero ¿qué voy a hacer en mi casa?”
Comenta que desde hace más de 60 años está casado con Epifania Corvea, con quien tuvo cuatro hijos. “Ya tenemos cinco nietos y nueve biznietos, que son la alegría de la casa”.
Al preguntar su fórmula para mantenerse tan activo, señala que ninguna. “Como hasta piedra y dejé de fumar hace 20 años. Tenía tremendo vicio. Mi papá era tabaquero y decía que cuando yo gateaba, masticaba tierra. Entonces, él, para quitarme esa manía, me ponía un tabaquito en la boca, ¡cosa de guajiros!, después lo dejó de hacer, pero fumé muy joven”.
Félix se regocija de su vista. “Hace cinco años me operaron de catarata y ahora puedo ensartar una aguja sin espejuelos”, asevera y agrega que como norma se levanta a las cuatro y media de la mañana y prepara el café para desayunar. “Vivo en el Cano, en el municipio de La Lisa, relativamente cerca del trabajo. Si me pongo bravo, vengo caminando”. Lo dice con seguridad y le creo. Para él la edad no impone barreras.
Más RETRATOS
Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.