Cuando pasas 30 años dedicado en cuerpo y alma a lo que más quieres es comprensible que creas que te queda mucho por dar o que los años han pasado volando. El Ballet Folclórico de Camagüey (BFC) el 12 de septiembre pensó así y se comprometió con sus miembros y su público a continuar bailando las tradiciones folclóricas y a hacer arte, del bueno, sin parar.
“Muchos vecinos y conocidos nos dicen eso, que somos únicos porque no paramos, así que después de 30 años no lo haremos”, apuntó Reinaldo Echemendía Estrada, director de la agrupación, durante el breve acto de celebración del aniversario que realizaron este domingo con un estricto cumplimiento de las normas higiénico-sanitarias.
Para el maestro, la compañía llega a este aniversario con una satisfacción de jubileo, llenos de sabiduría y experiencias. “Cuando se mira en retrospectiva, dice, y se recuerdan las ovaciones, los premios, los corazones agradecidos… eso nos llena de orgullo y nos guía en la formación de las nuevas generaciones.
“Durante estos años nos ha caracterizado el sentido de pertenencia a la cultura popular, al folclor y al público, que ha sido nuestra razón principal”.
Una compañía, una escuela
Elsa María Avilés Carmente es hoy primera bailarina y maitre del BFC, pero recuerda que cuando llegó hace 30 años al grupo con 25 años de edad apenas sabía algunos pasos de baile.
“El Folclórico ha sido mi mayor reto, uno grande, comenta. Aquí nací, me formé y eduqué desde todos los aspectos. La compañía me lo ha dado todo: familia, amigos y muy buenas experiencias profesionales.
“El maestro supo descubrir hasta dónde podría llegar y me fue guiando en la interpretación de personajes diversos y protagónicos que me han permitido contar con un arsenal en el nivel de actuación que me fortalece como artista.
“Por eso ahora creo que nos toca transmitir nuestro conocimiento a las nuevas generaciones, apoyar ese proceso de enseñanza artística y, además, dejarle una parte de ese legado, enorme, que hemos construido”.
Igual piensa Janixe del Rosario Jiménez, otra de las fundadoras a la que se le dedica esta jornada de celebración, quien además considera que estar en el BFC ha sido un trabajo de crecimiento como artista, como persona. “Luego de tantos años solo me siento feliz de haber aportado un granito de arena y continuar contribuyendo, ahora, desde la enseñanza”.
Planes futuros
A pesar de la actual situación epidemiológica la compañía agramontina no ha detenido su creatividad y como asegura su director no lo harán. “Desde que vino este descalabro pandémico, comenta Echemendía, hemos tratado de estar vinculados al público haciendo cápsulas promocionales, mostrando en las redes nuestra historia y cuando pudimos estrenamos obras, como el pasado año”.
La fe les niega el sentimiento de derrota y los hacer creer en un mañana mejor, por lo que para finales de este 2021 esperan desarrollar el Festival Olorum, evento que cumple 10 años y que ha servido de vitrina para el amplio repertorio de la compañía; y desean, también, concluir los festejos por el aniversario con un concurso nacional de coreografías de folclore nacional. Y es que a ellos les encanta representar en el arte lo que emana de un pueblo rico en tradición, en sapiencia.
CAMAGUEY.- Jose Ernesto Alonso Zayas debia ser un principe como manda su formacion de ballet clasico, pero al graduarse de la Academia Vicentina de la Torre, en esta ciudad, la ubicacion para el servicio social significo un cambio radical para su ardua postura artificial. Al parecer no tendria cabida en el Ballet Folklorico de Camaguey, donde la posicion de equilibro es otra, aunque comoda, por cierto, por herencia del arte danzario original. Entre risas, Jose Ernesto comparte los reclamos de sus primeros maestros: “Mis profesores de clasico me dicen que echaron su experiencia en mi para que sea algo distinto. En la academia te formas, pero la compania hace de ti un artista profesional, te moldea, claro, no se logra en un ano, en dos o en tres, porque es un proceso. No podria volver a ser principe, sin embargo el principe lo llevo dentro”.