Educadores de la región latinoamericana y caribeña han remitido mensajes de solidaridad a sus homólogos cubanos, así como al Gobierno y al pueblo. Todos tienen en común la demanda de que se elimine el bloqueo de Estados Unidos y que se respete el derecho de cada pueblo a escoger el camino socioeconómico que más se ajusta a sus necesidades y aspiraciones.
Entre las misivas recibidas se encuentra la de la Confederación de los Trabajadores y las Trabajadoras de las Universidades de las Américas (CONTUA), organización que representa a 25 federaciones nacionales, más de 350 sindicatos de centros educacionales de 18 países de nuestra región, quienes expresaron su apoyo a propósito de los acontecimientos del pasado 11 de julio en “nuestra amada isla de Cuba”.
La organización comenzó por fijar postura: “Reivindicamos el principio de la libre determinación de los pueblos, respetando el derecho de las sociedades a elegir su forma de Gobierno, su modelo de organización política y social”.
Como trabajadores y trabajadoras, reivindicamos el derecho del Gobierno a defenderse y también respetamos el derecho al disenso, la libertad de opinión, y el ejercicio de los valores que surgen de la participación popular, comentaron.
El bloqueo sanguinario que impone EE.UU. al comercio exterior de Cuba debe ser eliminado inmediatamente, concluyen, pues se vuelve especialmente perverso en el contexto de la covid-19.
La Confederación de Educadores Americanos/CEA y de la Federación de Sindicatos Docentes Universitarios de América del Sur/FESIDUAS, por su parte, también envió un mensaje que expresa “solidaridad y apoyo al pueblo cubano, así como a las organizaciones hermanas de trabajadoras y trabajadores de la educación (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, SNTECD), nucleados junto a otras organizaciones en la Central de Trabajadores de Cuba (CTC)”
“Ningún país en el planeta está a resguardo de sufrir las consecuencias de una pandemia que desnuda la situación de nuestras sociedades”. La misiva denuncia que una de las causas de la crisis mundial es la “inaceptable concentración de la riqueza”.
El documento sostiene que “hoy más que nunca se hace imperioso levantar el criminal bloqueo contra la República de Cuba y terminar con la injerencia desarrollada durante de décadas por la principal potencia militar y económica del planeta”. Cuba ha sido un claro ejemplo de resistencia al colonialismo y a las políticas imperiales, razón que explica por qué “tanta manipulación, acoso permanente y violencia sobre este país y su Gobierno”.
Como toda sociedad, la cubana tiene asuntos internos que resolver y le compete a sus ciudadanos hacerlo de acuerdo a sus convicciones, objetivos y formas organizativas, dice el texto. “Cada país debe ser constructor de su destino, sin injerencias extranjeras que violenten la autodeterminación de los pueblos al elegir su camino”.
El texto concluye con un llamado a seguir “construyendo la integración latinoamericana y caribeña de los pueblos y sus naciones”.
El Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL) también se solidarizó con los cubanos y denunció el criminal bloqueo de EE. UU. que “atenta contra la dignidad y la vida del pueblo”.
Exige que se elimine, tal como reclaman las 29 resoluciones aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas contra esa política de sanciones, la más reciente del 23 de junio pasado, con 184 votos a favor, solo 2 en contra (EE.UU. e Israel) y 3 abstenciones (Colombia, Ucrania y Brasil).
“Cuba, al igual que todos los países del mundo, lucha contra una pandemia que no nos deja respirar, afecta a las economías de nuestros territorios”, viven en total desventaja por las medidas que impone el bloqueo y provocan hambre y carencias de productos básicos para la vida cotidiana, las cuales se han agudizado en los últimos tiempos.
A este dilema tan bien descrito, CEAAL suma que se haya “restringido el envío de remesas del exterior y se hace imposible que se puedan adquirir insumos que se venden en dólares. El bloqueo, además, prohíbe que diversos países de la región y de otras partes del mundo hagan llegar repuestos para las maquinarias y equipos, materiales médicos, como jeringas para vacunación, así como cualquier otro producto”.
El pueblo cubano tiene derecho a decidir su destino, no necesita que nadie de afuera les diga cómo se deben gobernar, enfatiza el mensaje: “La mejor ayuda internacional que Cuba necesita es que todos nos pronunciemos contra el bloqueo y se impida una intervención extranjera con el pretexto de llevar ayuda humanitaria. “Cuba merece toda nuestra solidaridad”, reclama el documento.
A pesar del bloqueo y en medio de esta situación de carencias ha enviado a brigadas de médicos a países que necesitaron de este apoyo, recuerda el texto.
Cuba da clases de autodeterminación y de gran capacidad científica al crear sus propias vacunas, “Soberana” y “Abdala”, las cuales ha puesto también a disposición del mundo: “Es verdad que en Cuba falta comida, medicinas, gasolina y muchas cosas más, precisamente por ello debemos pronunciarnos para que el bloqueo económico de los EE. UU. termine”, insisten.
Cuba viene realizando transformaciones estructurales internas desde hace varios años, reconocen los educadores, en las que su población se ha involucrado, por ejemplo, para decidir su Constitución y otros cambios necesarios, proceso que decidió por voto directo y secreto una nueva Carta Magna con el 90 % de participación y el 86, 5 % de aprobación.
Ese proceso de reestructuración no ha terminado y siguen los debates en torno a diversos temas. Sin duda, la disputa de ideas continuará dado que las alternativas no son de respuesta fácil ni inmediata. Por ello es necesario que la mayoría del pueblo cubano se involucre y tome las mejores decisiones sobre su presenten y futuro, nadie más que ellos tienen que ser protagonistas de los caminos a seguir, recalcó.
“Exigimos el fin del bloqueo y nos oponemos a una intervención militar disfrazada de ayuda humanitaria”, concluye la misiva de los educadores populares.