Jasiel Rivero y los relatos de su segunda Champions (+Infografía)

Cuarto período. Pizarra 53-51. Va ganando el Pinar Karsiyaka (Turquía) al campeón defensor, el Hereda San Pablo Burgos (España) en la final de la Basketball Champions League, disputada en la cancha del Complejo Cultural y de Entretenimiento Nagorny, en Rusia.

Quedan cinco minutos con 40 segundos. El club español va a la ofensiva, el balón golpea el aro luego de un tiro desde el perímetro y Jasiel Rivero se eleva por el rebote. Gana la pelota y se pelea en la zona pintada con dos rivales, amaga, lucha cuerpo a cuerpo, driblea par de veces y, en la disputa, se voltea en un salto y la encesta. Dos puntos, empate en el marcador y falta: tiro libre.

Jasiel festeja, cierra ambos puños y seguidamente da una palmada. Entonces se dirige a la línea de los suspiros. «Momentos calientes», dicen algunos. El ala pívot capitalino mira el aro, pica el balón una vez, respira y lanza… ¡Canasta! Otro punto, 53-54, y el campeón se pone al frente.

Cinco minutos, solo cinco minutos y fracción y el cubano puede volver a coronarse en Europa con el San Pablo Burgos. El reloj sigue perdiendo segundos y el conjunto burgalés saca la garra, ese ímpetu característico de las tierras del Cid, para no perecer. El tiempo está a punto de agotarse y, con la pizarra 59-64 a favor de los campeones, llega el final. Los monarcas reeditan el título y consiguen su tercer trofeo en siete meses. Jasiel no puede creerlo.

“Súper contento con este segundo cetro de la Champions, seguro que a nadie le pasó por la mente algo así, y estamos muy emocionados. Esperemos que de esta forma vengan tres, cuatro, cinco y seis campeonatos más”, comenta entre risas.

La final 8 estuvo reñida, ¿cómo encararon el reto?

“A la final a 8 en Rusia llegamos muy motivados. Tratamos de llevar la situación de la mejor forma posible, enfocados en el trabajo que debíamos hacer, con el objetivo todo el tiempo en la mente, y el resultado salió”.

La concentración y la compenetración acabaron siendo fundamentales, pues en varios momentos de la lid el equipo burgalés se mostró algo inestable, teniendo incluso que venir de abajo en la final para doblegar al Pinar Karsiyaka: “El último partido se disputó mucho. Sabíamos que el rival era durísimo, por lo que sería difícil los 40 minutos del juego. Era una final, las finales reiteradamente se deciden en las postrimerías y así ocurrió.

“El principal factor para obtener la victoria fue que nunca bajamos los brazos y eso nos ayudó a remontar, porque estuvimos perdiendo en los tres choques y vinimos siempre de atrás. Jamás decaímos y salimos a luchar en cada instante”, cuenta.

En una ocasión declaró que no había quedado muy complacido con su rendimiento en la final de Champions anterior. En esta, la actuación individual resultó superior, ¿queda conforme ahora?

“Nunca estoy totalmente satisfecho con mi rendimiento. Quiero más y más. No obstante, lo primordial es la victoria colectiva y uno sale a hacer el mejor papel posible en lo personal. Creo que fue mucho mejor que la pasada, sin embargo, no me conformo”, asegura el jugador, quien consiguió nueve puntos, cinco rebotes y una asistencia en el desafío por el título.

Jasiel confiesa que el pasaje que se lleva con más cariño de esta edición del torneo es el momento en que se confirma el triunfo, que, además, tiene un significado singular por haberlo conseguido en una fecha especial.

“Representó mucho, ya que era el Día de las Madres, la familia estaba celebrándolo y también mi esposa, que dentro de poco va a ser mamá. A ellos se lo dedico, especialmente a mi pareja y a mi bebé Emily Amaya que está en camino”.

En la campaña pasada la conquista de la Champions resultó asombrosa para algunos. Con este doblete como confirmación, ¿es momento de que el club aspire a saltar al máximo nivel del baloncesto europeo?

“Es cierto que el resultado de la temporada anterior nos sorprendió a todos, al ser Burgos una ciudad relativamente pequeña y tener un equipo con solo cinco o seis años de ser profesional, pero ahora con esta revalidación, para quienes no creían en nosotros, ha quedado claro que no fue casualidad. Pienso que podríamos subir a otro nivel, aunque eso está en manos de la directiva”.

¿Cuáles son las metas para lo que resta de temporada?

“El objetivo que nos queda es pasar la ronda de octavos de final en la Liga ACB, que se torna complicado. Hay que ir paso a paso, escalón a escalón. Sabemos que existe un reto, pero pensamos que se puede”.

A pesar de que está a kilómetros de distancia, muchos desde Cuba siguen a Rivero y hasta las gélidas tierras de Burgos llegan los mensajes desde su Isla caribeña. Un poco de calor que no le viene nada mal.

“Que nos sigan apoyando en la distancia. Nosotros vamos a dar el máximo, tratando de sacar el nombre de Cuba adelante e ir a por más éxitos. Solo queda agradecerles por el respaldo que nos han dado a todos los jugadores que estamos fuera del país”.