Con muchas razones para desfilar, pero seguros de la necesidad de los extremos cuidados ante la COVID-19, este viernes las asociaciones de discapacitados de Artemisa, Aclifin, Ansoc y ANCI, se reunieron de manera reducida, en su sede conjunta provincial para reconocer el apoyo de la sociedad cubana y dignificar a los trabajadores asociados.
En la provincia somos más de 4 000 las personas agrupadas a estas tres organizaciones no gubernamentales, y una gran parte está integrada laboralmente a ocho talleres de industrias locales, siendo el de Artemisa, ciudad cabecera el de mayor composición, con 47 discapacitados.
“Cada Primero de Mayo nos hemos sumado al desfile de pueblo, en un bloque sencillo, pero con las muestras de nuestros aportes a la sociedad; objetos ornamentales y juguetes, la mayoría hechos de materias primas, además de sobres para pagos salariales, file, cestos y otros útiles que aportan a la economía con ingresos para la Empresa Alimentaria y de Artículos Varios, a la cual nos integramos”.
Así expresó, Digna Torres Hernández, presidenta de la Aclifim en la provincia, momento después de levantar su voz en contra del bloqueo y mostrar “la disposición de los asociados a seguir aportando, así sea en sillas de ruedas o mutilados de brazos, pues no hay mayor recompensa que sentirnos entes activos y capaces de luchar por la igualdad.
“Esta vez hemos engalanado cada sede en los 11 municipios, y en los hogares nuestros también pancartas y lemas, distinguen el desfile que hoy es en familia, siendo la plaza nuestra casa”, asegura la representante de los discapacitados físico motores de la provincia.
La provincia de Artemisa, con asociaciones desde el 2011, asocian en su estructura 1 069 personas sordas e hipoacúsicas, 1 008, entre ciegos y débiles visuales, además de 2 828 limitados físico motores, con tres secciones sindicales en su sede provincial que integran a más de 90 trabajadores, según explicó Ángel Echevarría, quien atiende la actividad ideológica en la Aclifim.