Ricos más ricos y viceversa

Justo cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho pública su más reciente investigación Migración laboral, movilidad en el mundo del trabajo ante la pandemia de la COVID-19 en América Latina y el Caribe, en la que revela un doloroso panorama regional, la Revista Forbes anuncia el ranking actualizado de las mayores fortunas del mundo.

Dice la OIT que la crisis laboral por la COVID-19 ha afectado a todos los trabajadores de América Latina y el Caribe, aunque el impacto mayor se aprecia en los migrantes y sus familias, especialmente en los ilegales (irregulares), muchos de ellos empleados en trabajos informales.

Ese grupo poblacional (el de los migrantes) está en condiciones “de mayor vulnerabilidad ante la pérdida de empleo e ingresos, debido a que en la mayoría de los casos se encuentran en condiciones precarias de trabajo y de vida, con acceso limitado a servicios de atención médica y saneamiento”, a lo que tendríamos que agregar la falta de información adecuada sobre sus derechos, desconocimiento que genera “mayores riesgos a ser víctimas de abusos y explotación”.

“La crisis también ha propiciado el incremento de la demanda de algunos trabajadores con diversas competencias y experiencia en las profesiones médicas y los servicios de emergencia, pero también en la agricultura, las plataformas de reparto y entrega a domicilio de alimentos, la logística y los servicios de limpieza”. Migrantes y refugiados “han estado en primera línea en muchas de estas ocupaciones”, añade la nota técnica de la OIT.

La Revista Forbes, por su parte, reconoce que el 2020 “ha sido un año como ningún otro” y no se refiere a la pandemia, sino a que “hubo ofertas públicas rápidas, criptomonedas en alza y precios de las acciones que se dispararon”. Como resultado de tales acciones el número de multimillonarios en la 35ª lista anual de Forbes de los más ricos del mundo aumentó hasta 2 mil 755, un número sin precedentes, 660 más que hace un año, 493 entran por primera vez al selecto club.

Según esas estadísticas, cada 17 horas se incorporó  un nuevo titular a la exclusiva lista en el 2020 y 250 fortunas de las que habían quedado fuera años atrás regresaron a paso firme. En general se aprecia que “un asombroso 86 % son más ricos que hace un año”, dicen los autores de Forbes.

Jeff Bezos (fundador de Amazon) encabeza el listado por cuarto año consecutivo, con un patrimonio equivalente a 177 mil millones de dólares. Elon Musk (Tesla y SpaceX) alcanzó el número dos con 151 mil millones de dólares. Vale aclarar que las acciones de Tesla y Amazon siguen al alza, lo cual podría generar nuevos récords para el 2022. En tercer lugar, aparece el magnate francés de bienes de lujo Bernard Arnault, seguido por Bill Gates (Microsoft) y Mark Zuckerberg (Facebook).

En total, esos personajes (hombres todos) poseen 13,1 billones de dólares según precios de acciones y tipos de cambio vigentes el 5 de marzo del 2021. De conjunto atesoran 5,1 billones más que los incluidos el pasado año. La mayor cantidad de los miembros de la lista son estadounidenses (724), seguidos por chinos (incluidos los radicados en Hong Kong y Macao) con 698.

Frente a ese panorama de exuberantes ingresos, vale recordar que, en el 2020, UNICEF solicitó 6 mil 300 millones de dólares para financiar su quehacer humanitario en 153 países, fundamentalmente para atender urgencias de la infancia y sus familias tras el brote de la COVID-19.  Según el informe presentado en marzo de este año, apenas recibieron mil 690 millones de dólares.

Tales estadísticas son reveladoras, entre otras mezquindades, del insostenible orden mundial, en el que las mayores fortunas crecen, y se gestionan, a expensas de quienes  generan la riqueza.