Hay silencios que salvan

La energía de la ciudad parece que ha muerto. Solo el silencio domina varias de las más céntricas calles de Camagüey. Casi nada se escucha. Solo un policía se ve a lo lejos; más allá un señor arrastra deprisa una carretilla repleta de alimentos; nadie vende nada, todo está en calma.

Desde la pasada semana este panorama aumenta en las calles comerciales de Camagüey. Y es que la situación epidemiológica se tensa en estas llanuras, principalmente en el municipio cabecera, y promover el aislamiento social a través del establecimiento de áreas de régimen especial de vigilancia es una de las principales acciones del Consejo de Defensa Provincial (CDP).

En los últimos 15 días el número de contagios creció exponencialmente, solo en febrero 800 personas contrajeron el nuevo coronavirus y más de 300 focos se encuentran abiertos.

Ya no podemos hablar de “echarle la culpa al que viene de afuera”, pues la mayoría de los contagios responde a una transmisión autóctona, con una tasa de incidencia que ronda los 134 por cada 100 mil habitantes. Pero lo que más duele es que los científicos y sus estadísticas indican que esto debe aumentar más todavía.

La alta transmisibilidad del virus es real. Y si en un momento varios de los casos surgidos no contaban con una fuente precisa de infección, lo cierto es que hoy la realidad es otra y los números de contacto por cada enfermo superan las 10 personas como promedio.

Quedarse en casa sigue siendo la mejor opción. Por eso entre las últimas medidas tomadas por el CDP en el territorio se encuentra el cierre de varias de las principales arterias comerciales de la capital agramontina, como medida preventiva ante el alza de contagios.

Calles altamente transitadas como la peatonal República, con un kilómetro de largo y donde abundan los centros comerciales y de servicios, un tramo de la Avenida Ignacio Agramonte, y otras, se unieron esta semana a las ya cerradas Libertad y el bulevar de Maceo.

La idea es disminuir a la mínima expresión el tránsito de personas por esas arterias, donde no hay casos positivos al virus, pero sí se aglomera un alto número de Agramontinos, y así cortar la posibilidad de transmisión, según explicó Daniel Fuentes Milanés, presidente del Consejo de Defensa en el municipio cabecera.

Y es que la ciudad de Camagüey desde enero presenta un rebrote de casos confirmados con la Covid-19 con una cifra que supera los mil 320 enfermos en total. Los números hablan por sí solos, y si en una de las últimas semanas de febrero se contagiaron casi 300 personas, algo debe cambiar y de una vez.

Es momento de que cada cual cumpla con lo establecido. Una y otra vez se explican las medidas básicas para protegerse, pero va siendo hora de que estas se incorporen a nuestro actuar.

El nasobuco debe usarse correctamente, no en el cuello ni con la nariz al descubierto, y el distanciamiento físico y el aislamiento social deben adoptarse como norma. Opciones como el teletrabajo y el trabajo a distancia apoyan estos elementos, por lo que debiera quedar a consideración de muchos el salir o no salir de casa.

Por favor, no espere a que le pongan una cinta amarilla en la esquina de su cuadra para que nadie entre o salga, no espere a que el médico de la familia le prohíba salir de casa hasta que le hagan el PCR, no espere hasta que un familiar o usted se enfermen con la Covid-19. Cumpla con las medidas.