La producción de leche y de todo tipo de alimento constituye tarea esencial en el escenario económico actual, razón que guía, como alega José Antonio Gil Pérez, subdelegado de ganadería de la Delegación de la Agricultura en Camagüey, a buscar alternativas para el deseado incremento.
Entre los elementos que influyen en la disminución de los números acopiados se encuentran la baja natalidad y la mala alimentación de los animales. En ambas cuestiones se trabaja en el territorio agramontino.
Como asegura Gil Pérez, “estamos obligados a agilizar la puesta en explotación de las tierras que están ociosas y deficientemente trabajadas, porque el pienso se dificulta cada vez más y debemos pensar que quizás lo que sembremos hoy es la proteína que podremos dar al animal luego”
Más de siete mil hectáreas se pactaron para la siembra de pastos y forrajes, pero la no comprensión de la importancia del uso de esas plantas y las condiciones climatológicas han jugado una mala pasada.
Según explicaron los directivos de la agricultura la idea es que los nueve mil 900 productores siembren al menos una hectárea de plantas proteicas, pero la falta de interés prima en muchos. No obstante, en el 2020 se han ensilado más de 2 mil 500 toneladas de alimento, comida preservada que permitirá afrontar mejor las sequías venideras.
La maquinaria para la preparación de este heno está entrando al territorio y varias familias campesinas han manifestado su disposición de dedicarse a ello, por lo que se trabaja en la limpieza de áreas.
Por otro lado, la mejora de la natalidad, la cual se encuentra en un poco más de un 35%, también concentra esfuerzos y en aras de revertir su disminución se apuesta por un mayor empleo de la inseminación artificial.
Esta variante permite mejorar la genética, escoger el semental según el objetivo y un mayor control de los nacimientos, así como mejor seguridad en la gestación.
Actualmente de las más de 264 mil 380 hembras incorporadas a la reproducción, solo el 34% es producto de una inseminación. Esa realidad debe transformarse, según explicaron los directivos de la agricultura, ya que se han ampliado las escuelas y cursos para la formación de inseminadores.