«Así como muchos países invierten mucho en su capacidad militar en caso de conflicto, también deben invertir en capacidades sólidas de salud pública para prepararse, prevenir, detectar y responder rápidamente a los brotes cuando ocurren», afirmó.
Adhanom lamentó que durante la reunión de la junta ejecutiva especial en febrero del presente año solo había 151 casos con SARS-CoV-2 en el mundo y un muerto, y la cifra hasta hoy alcanza los 35 millones de personas y más de un millón de fallecidos.
Resaltó, además, que se trata de una pandemia desigual en el planeta pues, aunque casi todas las naciones están afectadas por la enfermedad, «10 países representan el 70 por ciento de los casos y muertes notificadas, y solo tres aportan casi la mitad de los infectados con Covid-19».
Ante esta situación, el director de la OMS recordó que cada región puede revertir los impactos nocivos de la pandemia si actúa con factores imprescindibles como: fuerte liderazgo, acompañado de estrategias claras e integrales, una comunicación constante y su población comprometida.
Por otro lado, destacó las iniciativas de trabajo conjunto lideradas por la OMS como el Acelerador de Acceso a las Herramientas sobre Covid-19, mediante el cual se logra una colaboración global para el desarrollo, la producción y acceso a los diagnósticos, terapias y vacunas contra el virus.
A dicha iniciativa se suma, el programa mundial de vacunas contra, Covax, que apoya el progreso de nueve vacunas contra el nuevo coronavirus, y otras más en trámite.
«La instalación de Covax cubre 168 países y economías que representa más de 2/3 de la población mundial y todavía estamos en conversaciones con otros 25 países a fin de lograr su incorporación», aseveró Adhanom.
El director general de la OMS reafirmó que la institución trabaja día y noche para ayudar a los estados a prepararse y responder ante el nuevo coronavirus; pero es necesario «ir más rápido, llegar más lejos y hacerlo todos los países juntos». (Tomado de PL)