RETRATOS: Contigo me quedaría

A través del teléfono, nadie puede imaginar su edad. Tiene la voz cantarina, como la de una muchacha. A sus 102 años de edad, María Alfaro recuerda nombres, fechas, hechos trascendentales de su vida con la precisión de un reloj. Puede hablar con exactitud del ciclón del 26 del pasado siglo, que tanto estrago causó al país, o de las travesuras que hizo de pequeña y por las cuales, alguna que otra vez, recibió las reprimendas de sus queridos padres.

Delgada, con el cabello corto y blanco como la nieve, aún es capaz de recitar la poesía con la cual hace más de 70 años su difunto esposo la cautivó.

“Estaba conversando con dos amigas en el patio de mi casa, en Bahía Honda, y por allí pasó el maestro de la comunidad, todo un galán. Se dirigió a mí y expresó:  ‘Voy a decir muchas cosas/decir mis pareceres/para tan bellas mujeres/que parecen lindas rosas/todas me lucen hermosas/todas me dan alegría/y si me dan a escoger/contigo me quedaría’. Me ruboricé, estaba enamorado de mí. Mis amigas hasta se pusieron celosas porque fui yo la elegida”.

Relata el cuento con una sonrisa que termina en expresión de añoranza. “Ese hombre me hizo una mujer feliz, muy feliz. Vivimos juntos más de 65 años. Era todo un caballero”

Lo dice con orgullo. Se trata nada más y nada menos que de Evelio Tellería Toca, quien fuera reconocido periodista de Cuba. Doctor en Pedagogía, se matriculó en la Escuela de Periodismo Márquez Sterling, donde se graduó en 1947. Laboró en Unión Radio, Diario Nacional, y después de 1959 trabajó en el periódico Revolución y fue fundador del diario Granma, donde atendió el movimiento obrero. Por sus méritos recibió de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el Premio Nacional de Periodismo José Martí, en 1999.

Según cuenta María, lo siguió a La Habana, donde formaron su hermosa familia, a la cual educaron en los preceptos de la honestidad, la responsabilidad y el patriotismo. “Porque Evelio era un patriota, de valores y principios. Fue un convencido fidelista”. Ella estuvo presente en todos los momentos del proceso revolucionario: fue fundadora de la FMC y de los CDR. Desde la organización femenina fue una fiel activista y apoyó en todo lo que se requería.

Con orgullo dice que fue ama de casa, lo cual implicó quizás la dejación de proyectos personales, pero asegura que ese también es un oficio que requiere tiempo y entrega total. La familia fue centro y no se arrepiente, hoy recoge sus frutos. Tiene nietos, biznietos, choznos y, por si fuera poco, uno de los hijos siguió los pasos del padre como periodista.

Los recuerdos del querido esposo, fallecido en el año 2000, aún la acompañan y afirma que fue afortunada cuando la eligió, para quedar con ella eternamente.

Cuando se le pregunta su magia para llegar a esa edad, dice que no tiene secretos: se alimenta bien, es amada por los suyos y le gusta ayudar a los demás.

En tiempos de la COVID-19, ha tenido que cambiar sus rutinas: no sale a visitar a las vecinas; y solo se dedica a regarlas flores del jardín y las plantas medicinales que están en el patio. “¡No me dejan hacer nada, me cuidan mucho!”, afirma y se ríe. En las tardes, acostumbra a desmenuzar migajas de pan para los gorriones que ya la conocen y como buenos amigos vienen a comer casi en sus manos. Son detalles que a sus 102 años de edad la hacen feliz.

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Acerca del autor

María de las Nieves Galá León

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Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.