Por Yaima Puig Meneses / Presidencia Cuba
Con la buena nueva noticia de que al cierre de la jornada de este miércoles Cuba no reportaba ningún paciente en estado grave o crítico, el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, actualizó durante la reunión vespertina del grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la COVID-19, que encabezan el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.
En las últimas horas –detalló- pasó a la condición de cuidados la paciente cubana de 57 años de edad, residente en el capitalino municipio de Centro Habana, que se encontraba en estado grave desde hacía varios días.
Por otra parte, el titular de Salud Pública explicó que al darse a conocer este miércoles el diagnóstico de seis nuevos pacientes positivos al nuevo coronavirus, ascendió a 72 la cifra de personas confirmadas con la enfermedad que se mantienen ingresadas en estos momentos, lo cual significa apenas el 2,9% del total de casos.
Si bien continúa siendo La Habana el territorio en el cual se concentra fundamentalmente la cola de la epidemia en el país y donde se realiza la mayor cantidad de muestras PCR en la actualidad, estos estudios se llevan a cabo en todo el territorio nacional tras la búsqueda de posibles casos. Al cierre del martes –aseguró Portal Miranda- con el procesamiento de 3 372 muestras se alcanzó una de las mayores cifras realizadas en la Mayor de las Antillas desde que en el pasado mes de marzo se detectaron los primeros casos positivos.
Justamente en la capital, acotó luego, se abrió este miércoles un nuevo evento de transmisión local donde se han aplicado medidas de refuerzo, con lo cual se mantienen activos tres de los 47 que se han contabilizado en el país desde el inicio de la epidemia.
Pormenorizó que el nuevo evento también se ubica en el municipio de Centro Habana, en el consejo popular Colón, del área de salud “Luis Galván”, donde ya se acumulan 10 pacientes confirmados. Dijo, además, que con un universo de 22 593 habitantes la localidad abarca cuatro manzanas.
En tanto, la vicegobernadora habanera, Yanet Hernández Pérez, al realizar una actualización respecto a la situación epidemiológica de la provincia, que continúa transitando por la fase uno de la recuperación, aseguró que se cumple con los cinco indicadores sanitarios establecidos por el Ministerio de Salud Pública para permanecer en dicha fase.
Con el estudio de 2 239 muestras PCR en la jornada del martes, precisó, persiste la búsqueda de casos en todos los municipios de la provincia, lo cual permitirá seguir ampliando las áreas de estudio y cortar caminos a la transmisión. De igual manera, reiteró que permanecen las medidas de reforzamiento en los consejos populares más afectados.
Durante el intercambio, con sede en el Palacio de la Revolución, donde también estaba presente el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, rindieron cuenta además los gobernadores de Santiago de Cuba y Guantánamo. Según se supo, las dos provincias superan los 75 días sin casos positivos al nuevo coronavirus, lo cual es una muestra de la estabilidad epidemiológica y el control que sobre la enfermedad se ha logrado en ambos territorios, que desde hace varios días transitan por la segunda fase de la etapa de recuperación.
La ciencia sigue aportando al país
Acerca de cuánto más se puede hacer todavía desde la ciencia para darle respuesta al cuadro básico de salud de la población cubana; aprovechar las experiencias que nos ha dejado el enfrentamiento a la COVID-19; y lograr una mayor soberanía tecnológica, se dialogó luego en el habitual encuentro semanal con expertos y científicos que han trabajado directamente en la batalla contra el nuevo coronavirus.
En el intercambio, presidido en esta ocasión por el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda, se evidenció una vez más cuán determinante ha sido la labor desarrollada por este sector para contener la enfermedad, así como los aportes que nuestros científicos han realizado en el transcurso de estos complejos meses.
De tal manera, el decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, Raúl Guinovart Díaz, al compartir la actualización de la gráfica de los pronósticos de los casos activos, aseveró que en el país se mantiene el control de la epidemia. Aun cuando la tendencia respecto al mes anterior indica un ligero incremento de los pacientes activos, dijo que estos deben ir disminuyendo en el mes de agosto.
Los nuevos eventos que han sucedido –comentó- han provocado ese comportamiento que sigue evidenciado a La Habana como el territorio donde se concentra el cierre de la epidemia debido a la oscilación de casos en las últimas jornadas. No obstante, aseguró que todo parece indicar que los eventos se van controlando.
Y para lograrlo, reiteró, es imprescindible la necesidad seguir atendiendo con prioridad, no solo por el Gobierno y las diferentes instituciones, sino también por la población, todas las medidas que se han diseñado para cortar la transmisión, sobre todo ahora que ha comenzado la etapa de verano.
En tal sentido, el viceprimer ministro Morales Ojeda valoró que “todo lo que se haga para que se mantenga la percepción de riesgo entre las personas nos tiene que parecer poco”. En estos momentos lo más importante es controlar la situación en La Habana –consideró- pues el comportamiento favorable que se evidencia en el resto del país demuestra que no existe ni transmisión ni circulación del virus.
Como parte de la agenda de la reunión, donde además participó la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh, se presentaron, entre otras novedades, un paquete tecnológico para las salas de las unidades de cuidados intensivos. Según se dio a conocer, ello responde a las necesidades del Ministerio de Salud Pública y puede convertirse en una importante fuente para la sustitución de importaciones y también para la exportación.
Todo ello constituye una muestra, aseguró el viceprimer ministro Morales Ojeda, de cuánto más podemos hacer desde la ciencia en aras de dar respuesta al desarrollo de las salas de terapias intensivas, y también para avanzar en materia de recursos humanos, equipos, material tecnológico y gastable, así como dar respuesta al cuadro básico de salud del país.
De igual manera, el viceministro de Salud Pública, Alfredo González Lorenzo, presentó el plan que se ha diseñado para el desarrollo de los servicios de cuidados intensivos, que se ha previsto en tres etapas. La primera abarca hasta el 2021 y en ella se pretende aprovechar todas las capacidades existentes en el país, incluidas aquellas que no se explotan en estos momentos. Más adelante, se ha previsto ampliar capacidades con acciones de mantenimiento constructivo y crear otras que requieren inversiones.
La especialidad de terapia intensiva –detalló- inició su desarrollo en Cuba en el año 1967, en el Hospital William Soler, aunque no fue hasta 1 972 que se fundaron los Servicios de Cuidados Intensivos en los hospitales. Actualmente la Mayor de las Antillas dispone de 152 salas de terapia intensiva y 10,7 camas por cada 100 000 habitantes, lo cual la ubica en el séptimo lugar a nivel mundial.
Uno de los principales retos en estos momentos, consideró, está en aumentar la formación de nuestros especialistas y la calidad de los recursos humanos de que disponemos.
Fueron presentados también los resultados obtenidos del perfeccionamiento del uso de la radiografía de tórax en el protocolo de enfrentamiento a la COVID-19. Según explicó el doctor Pedro Pablo González Rojas, aunque la tomografía computarizada es más informativa, su uso es limitado, y la radiografía de tórax es económica, rápida y de amplia disponibilidad.
Además, aseguró, la radiografía de tórax puede contribuir en el enfrentamiento a la COVID-19 en aspectos como el diagnóstico inicial, los pronósticos de complicación con infecciones respiratorias agudas, el seguimiento de evolución en las unidades de cuidados intensivos y también durante la convalecencia.
Estos estudios, valoró el viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, tienen una gran trascendencia pues permitirán continuar desarrollando la medicina de precisión y tributarán a incrementar la esperanza y calidad de vida de la población cubana.