A los 30 años llegó este domingo el hotel Sol Palmeras. En las redes sociales se festejó en grande. Fotos, videos, felicitaciones de muchas latitudes desafiaron el distanciamiento social para besarle el rostro a la instalación inaugurada por Fidel Castro Ruz, el 10 de mayo de 1990.
Las diversas muestras de cariño le impidieron a la Covid-19 salirse con la suya. Este domingo, por unas horas, la instalación de Varadero estuvo overbooking. Desde los sentimientos, turistas nacionales y extranjeros se alojaron allí para cantarle happy birthday al decano de los hoteles mixtos en Cuba.
El jolgorio de cumpleaños resultó bálsamo para sus angustiosos días. Ahora mismo, Sol Palmeras luce detenido, quieto, pausado en su rutina. Hay tanto silencio hospedado allí, que duele. Pulcro, como siempre, está todo. “Limpio, pero vacío”, lamenta el custodio que me recibe. “Nunca imaginamos vernos solos aquí, sin turistas, qué va. Si me lo hubieran dicho, lo hubiera negado”.
No tuve tiempo de preguntar el nombre del joven de seguridad. La aparición del director general, Tomeu Alcina, provocó un diálogo rápido, pero esperanzador. “Falta poco para abrir, cuando lo hagamos, resurgiremos con el mismo espíritu y las ganas del primer día. Será otro 10 de mayo de 1990”, pronostica el empresario español.
Inversiones como regalo
La calma de la bienvenida solo la altera un plan de mejoras. La opción dejada por el nuevo coronavirus le sienta muy bien a Sol Palmeras. Todo cuanto se hace beneficia su imagen. “Reabriremos en plenitud de forma”, asegura Antonio Herranz Ortiz, subdirector general.
Suelta el pico, se quita el sombrero, y a un metro de la zanja, habla orgulloso de contar con fuerza propia para sustituir las desgastadas redes hidráulicas en el área de los bungalós. Son directivos y empleados, no llegan a 15, en un cambio de labor fuerte y grato.
La faena favorecerá disminuir entre 120 y 130 metros cúbicos el consumo diario de agua. Al finalizar este 2020, estima Herranz Ortiz, ese ahorro debe traducirse en 70 mil dólares de utilidad, y también sería otro aporte a la Tarea Vida, impulsada por el país.
“Tan pronto pase la pandemia, queremos incorporar más trabajadores. Ello nos permitirá asumir el mantenimiento de varios de los 200 bungalós y las 604 habitaciones, retocar áreas exteriores, dar pintura, cambiar elevadores, reparar los baños públicos…”.
Algunas de esas acciones figuran en un proceso inversionista de mayor peso. Una cifra superior al millón y medio de dólares respaldará, entre otros objetos, el ranchón de comida cubana. Será, explica el subdirector, complemento ideal para dos productos muy demandados como la plaza del helado y el sitio de los jugos naturales, ubicados cerca de la piscina.
Las nuevas construcciones o lo antiguo optimizado reflejan el eterno deseo de cautivar a los visitantes. Sol Palmeras siempre luce joven.
La percepción la corrobora, en su oficina de La Habana, Francisco Camps Orfila, subdirector general y representante de la división Cuba de Meliá Hotels International. Una política de reinversión anual tipifica a la empresa mixta, le asevera a este periódico.
“Se ha ido modernizando, actualizando, y eso le permite alcanzar excelentes resultados. Nos sigue dando gratas sorpresas. En los últimos años han conseguido varios récords tanto en producción, en ingresos, y elevados saldos en la satisfacción a los clientes”.
Muchos en el país nombran a Camps como uno de los artífices del genial inicio de Sol Palmeras. Quizás a él le suene exagerado, pero ese mérito comenzó a rondarle cuando en noviembre de 1989 recibió en España a profesionales cubanos, a los cuales les impartió conocimientos para la apertura del primer hotel mixto.
“Era un grupo muy formado, muy comprometido, con muchas ganas de aprender. Luego de mi llegada a Cuba comprobé el impresionante nivel cultural en todos los departamentos de la instalación. No tengo dudas de que ese fue uno de los ingredientes fundamentales que definieron el éxito del hotel desde su mismo comienzo. Hoy puede hablarse de tres décadas de triunfos”.
En los trabajadores está la magia
Con 28 años de trabajo en el hotel y 25 de ellos al frente del buró sindical, Arnaldo Díaz Hiedra es una verdadera institución. En cualquier tribuna se le da la palabra, se le escucha, se le admira.
Su respuesta suele ser igual a cuando se le pregunta por la magia de Sol Palmeras. “Su gente, sus trabajadores”. Nadie pudiera poner en tela de juicio una afirmación así. No lo permitiría ninguno de los 24 fundadores activos, mucho menos Rosa Elvira Rodríguez Daniel, sin tiempo para la entrevista. “Hay muchas habitaciones aún por chequear. Las abrimos para ventilarlas, mantenerlas como debe ser”.
Mientras barre sin parar, recuerda el hermoso discurso de Fidel, pronunciado un día largo, en el que esperó paciente para verlo.
En la histórica inauguración también estuvo la gobernanta Idalmis Tápanes, la incansable mujer de donde beben jóvenes como José Yohenis Zayas, al frente de la Unión de Jóvenes Comunistas, y Osiris Gómez Carreras, el jefe de Calidad, con apenas unos meses en un colectivo convertido en la segunda casa para tantos como los cocineros José Luis Nápoles Quesada y Adrián Reyes, o el energético Giraldo Morales Falcón, que decidió pasar sus últimos años de trabajo en la misma instalación donde participó como constructor.
Por esas personas, por su colectivo entero, Arnaldo Díaz asegura que Sol Palmeras se mantiene como hace 30 años lo pidiera Fidel. “Es un indiscutible ejemplo en el desarrollo económico cubano. Ha servido de escuela a cientos y cientos de empleados y directivos del turismo.
“Hasta el año pasado, conseguimos ser Vanguardia Nacional 10 veces consecutivas. Esperamos repetir en el 2020. Si finalmente nos otorgan la categoría, la habremos obtenido 13 veces en total. Ningún hotel con sistema todo incluido ha logrado algo así en nuestro país”.
El antes y el después del turismo cubano
Como dicta la tradición, el árbol 30 acaba de ser plantado en el bello jardín, cuidado con esmero por el ingeniero agrónomo Arnaldo Pulido y su equipo. “Es un cedro. Madera preciosa”, dice. Muestra la planta y apunta hacia la fachada del hotel.
Cualquiera pudiera adivinar el símil. Sol Palmeras marca un antes y un después del turismo antillano. Fidel lo avizoró. Otros inversores vinieron después, seducidos por la victoria de Meliá Hotels International, otrora Sol Meliá, la empresa con sede en Palma de Mallorca, España, que se lanzó a la aventura de crear una empresa mixta con la Mayor de las Antillas, cuando muchos tildaban de loca a su directiva.
El tiempo demostró lo contrario: “Cuba es hoy el segundo país en número de establecimientos y de habitaciones para Meliá, por lo que yo diría que ha sido una historia de amor, una historia de éxito y de compromiso…”, consideró en noviembre del 2018 Gabriel Escarrer Jaume, vicepresidente y consejero delegado de Meliá.
De ese romance es un convencido Tomeu Alcina. Con esta, tres son las veces que ha ocupado el puesto de director general. Cuando en 1994 le propusieron debutar en la responsabilidad, le presentaron a Sol Palmeras como un “caballo ganador”. A Alcina nadie lo engañó. Con Fidel al frente, su fundador honorífico, el hotel sigue cabalgando.
Sol Palmeras
.El pionero que se convirtió Maestro.
.La meta de la hotelería cubana.
.30 años de satisfacción.
Felicidades, es mi preferido, sigan asi, nunca cambien.
¡Felicitaciones a nuestro hotel favorito en el aniversario! Desde 2014 vamos a descansar aquí. ¡Le deseamos más prosperidad! Con un gran saludo desde Rusia !!! Roman y Katya
Gracias Roman y Katia por el buen sentimiento a Sol Palmeras.
Viva Sol Palmeras! Viva la Revolucion Cubana! Viva Fidel! Desde Canada con amor ❤️
Saludios Los Robinson: Yo también digo Viva la Revolución Cubana y viva Fide!!!
Siempre lo digo para mí y mi familia es el mejor por mucho,soy afortunada, desde la 1ra vez que fuimos nos enamoramos de ese hotel, ojalá Dios nos permita volver pronto!!! Una vez más felicidades!!!! De Cuba!!!!
Saludos Fátima. Sabemos que usted y su familia están en la lista de los cubanos más veces hospedados en Sol Palmeras. POR eso allí se les quiere tanto. Gracias por su visita también a Trabajadores digital.
Felicidades✔ a todo el magnífico Staff q compone Sol Palmera🌴 Le Pido a Díos q me brinde la posiblidad de volvernos a reencontrar lo más pronto posible,Mis mejores Vacaciones fueron en Sol y los elegiría con toda la confianza… Q todo mi cariño Argentino los abracé fuertemente a cada uno d ustedes.
Gracias por leer y comentar Mariela Glenda. Ojalá pueda volver tan pronto las condiciones lo permitan. Sol Palmeras se alista para un regreso ciento por ciento óptimo.
Es en mi humilde opinion el mejor hotel de la peninsula (para no ser absoluto). Paea decirlo mejor de unos cuantos que he conocido es el mejor, su equupo de marketing, el equipo de la carpeta, el lobby bar, la mesa bufett, y en especial el equipo de animacion ( y aquí si con categoria el mejor de Cuba). Un abrazo nos vemos pronto.
Hilario Peña: Muchos coinciden con su opinión. Gracias por comentar y leer Trabajadores.