Con la añoranza de asistir al desfile por el Primero de Mayo en la histórica Plaza de la Revolución José Martí, hoy impedido por el azote de la COVID-19, en casa nos despertamos temprano para celebrar la importante efeméride de los trabajadores del mundo.
Unidos desde nuestros hogares, reafirmamos el concepto de Revolución expresado hace 20 años por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Sus ideas tienen plena vigencia: el sentido del momento histórico nos demanda disciplina, organización y unidad para así vencer, como en Playa Girón, la temible pandemia.
Cuando en naciones poderosas del mundo, marcadas por políticas neoliberales, la COVID-19 genera injustos desempleos y desatención de la salud pública; en Cuba todas las medidas adoptadas por el gobierno están dirigidas a la protección de los derechos de los trabajadores, de las madres y de las personas más vulnerables.
Por esas y otras tantas razones, hoy las casas se han convertido en plazas, pequeño y a la vez gran espacio para apoyar nuestra Revolución socialista.
Esa añoranza desde los balcones la sufrimos mucho este día ya que esas marchas por la plaza con nuestros compañeros de trabajo y amigos o familiares siempre fue algo crucial y bonito de estos días. Sin embargo hoy el país esta enfrentando una cruenta lucha y debemos entender, como decía nuestro Comandante, el momento histórico.