El prolijo informe realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que los países de la región muestran, en medio de un panorama internacional muy complejo, una desaceleración económica generalizada y sincronizada de países y de sectores, que completa seis años consecutivos de bajo crecimiento.
Al presentar el documento, la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, insistió en que ante este escenario la región no aguanta medidas de ajuste, sino que requiere políticas encaminadas a estimular el crecimiento y reducir la desigualdad y responder a las crecientes demandas sociales.
El balance de la CEPAL refleja una combinación de desaceleración en la demanda interna, baja demanda externa y mercados financieros internacionales más frágiles, a lo que se añaden las crecientes demandas sociales y las presiones por reducir la desigualdad y aumentar la inclusión social, que han conmocionado a varios países.
Añade que en los últimos años ha habido una tendencia a la desaceleración del crecimiento de las economías, con disminución del producto interno bruto (PIB) per cápita, reducción en las inversiones y del consumo interno, empeoramiento de la calidad de los empleos y disminución de las exportaciones.
Como resultado, la CEPAL prevé que América Latina y El Caribe cierre 2019 con un crecimiento de apenas 0,1 por ciento como promedio, mientras que las proyecciones para 2020 serán igualmente bajas, de alrededor de 1,3 para el conjunto de economías de la región.
El estudio señala que 18 de 20 países de América Latina presentarán una desaceleración de su crecimiento durante 2019, y de estos, 14 anotarán una expansión de uno por ciento o menos.
Asimismo, la desocupación aumentará dos décimas en 2019 con respecto al año anterior, lo que representa un millón de personas más sin trabajo, hasta alcanzar un nuevo máximo de 25,2 millones, sin contar que entre los empleados se aprecia un crecimiento del trabajo por cuenta propia por encima del asalariado, y mayor informalidad laboral.
El informe de la CEPAL considera fundamental reactivar las economía mediante un mayor gasto público en inversión y políticas sociales, y puntualiza que para responder a las demandas sociales, se precisan más y mejores servicios públicos y esfuerzos redistributivos con una mayor carga impositiva para los sectores más ricos.