Los más de 700 trabajadores de Laboratorio Farmacéutico Oriente (LBF), entidad con sede en la ciudad santiaguera y perteneciente a Biocubafarma, refuerzan ingenio y creatividad para buscar soluciones a los problemas que enfrenta la producción de medicamentos en Cuba como consecuencia del bloqueo de los Estados Unidos.
Limitaciones con el acceso a equipos especializados y sus piezas de repuesto, carencia de materias primas para las diferentes formulaciones que fabrican, o falta de financiamiento para desarrollar con celeridad nuevas inversiones, son barreras que entorpecen un mejor hacer en ese centro ante las cuales directivos y trabajadores buscan alternativas.
De esto y de más conoció detalles Consuelo Baeza Martín, miembro del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en visita a la entidad, sede central, el próximo 22 de noviembre, de las celebraciones por el Día del Farmacéutico Cubano.
En intercambio con especialistas del área de control físico-químico la dirigente sindical supo de los altibajos en el funcionamiento de equipos como el espectrofotómetro para la cuantificación de sustancias y microrganismos, o el TOC para la determinación de carbono total, cuyas piezas pudieran comprarse a bajos precios en los Estados Unidos y que hoy se pagan mucho más caro en mercados europeos.
Carlos Aníbal Villalón Revilla, especialista principal del área de control físico-químico explicó de los impedimentos para el acceso a los reactivos necesarios para trabajar, “pero no quedamos de brazos cruzados y ponemos la innovación en su máxima expresión”.
El regreso a la vida útil de dos de los tres disolutores del laboratorio, equipos claves dentro de los procesos de análisis de productos farmacéuticos para determinar el porcentaje de disolución de tabletas y cápsulas, es uno de los más importantes aportes de los innovadores de LBF.
“Este centro es vanguardia nacional de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), tenemos un Premio Mayor Impacto, que entrega dicha organización y son más de 150 los hombres y mujeres que pertenecen a ella”, comenta con orgullo Jorge Orestes Fernández Batista, director general de LBF.
Destacó además, que en lo que va de año, a pesar de las carencias de todo tipo, fruto de la genocida política yanqui, el centro cumple con los principales indicadores económicos, logra exportar varios renglones y sustituye importaciones, todo lo cual debe ser superado el próximo año.
Justamente en torno al proceso de discusión en los colectivos laborales del plan de la economía 2020, la miembro del Secretariado Nacional de la CTC, Consuelo Baeza Martín, destacó que por las propias limitaciones del bloqueo estuvieron marcadas las propuestas salidas de la base, “allí donde el ingenio creador y la explotación de las reservas se convierte en el mejor modo de enfrentar sin miramientos los intentos de Estados Unidos por impedir nuestro desarrollo”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.