El pueblo santiaguero, orgulloso de cobijar las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, no olvida a su líder amado y todos los días lo honra de muy diversas maneras, especialmente cada 13 de agosto, fecha de su natalicio, hace hoy 93 años.
Él es presencia constante en los muchos sitios en que estuvo, desde los cinco años de edad que llegó a estudiar a la ciudad de Santiago de Cuba hasta su etapa de estadista y máximo dirigentes del Partido y el Gobierno, período durante el cual visitó reiteradamente la provincia.
Más de un centenar de centros laborales fueron inaugurados por Fidel en esta tierra bravía, en lo fundamental en la ciudad cabecera, la misma que distinguiera con la Orden Antonio Maceo y el Título de Héroe de la República de Cuba y por quien expresó: “Gracias, Santiago”.
Pero un lugar en especial resume el homenaje perpetuo a su vida y su obra: el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, donde reposan, al abrigo de una piedra, sus cenizas.
Hasta allí llegan lugareños y visitantes para colocar flores frescas junto a su tumba, detenerse a contemplar el monolito con su nombre en bronce sobre mármol verde, y jurarle fidelidad eterna y continuidad de sus ideas.
Este 13 de agosto la habitual fila para reverenciarlo junto a su tumba se hace más larga de lo habitual y llegan niños, jóvenes, ancianos, nacionales y extranjeros para avivar su recuerdo.
En este aniversario 93 de su natalicio, y todos los días también, vale el cariño multiplicado, lo mismo del pequeño que va hasta el camposanto santiaguero de la mano de su madre, de los integrantes de la Brigada Venceremos, de Solidaridad Cuba-Estados Unidos, del dirigente, el ama de casa, el jubilado, el combatiente.
Fidel está en todos ellos, está en Santiago de Cuba, y más allá también.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.